Ca Na Costa, sepulcro-yacimiento megalítico en Formentera
Sepulcro Megalítico de Ca Na Costa, Formentera
Foto: Consell de Formentera
● SEPULCRO MEGALÍTICO DE CA NA COSTA, Formentera
Los antiguos habitantes de Ibiza y Formentera, durante el Neolítico y la Edad del Bronce, dejaron un variado y valioso legado arquitectónico. Desafortunadamente, estas construcciones han llegado hasta nuestros días en un estado de conservación muy deficiente. Esto se debe tanto a la intensa erosión causada por los elementos naturales en entornos insulares como el nuestro, como a la acción humana.
Yacimiento Megalítico de Ca Na Costa, Formentera
Foto: Consell de Formentera
Tradicionalmente, e incluso en tiempos recientes, se ha utilizado la piedra de estos antiguos restos como material para nuevas construcciones. Este hecho representa un gran obstáculo para su estudio, junto con la limitada trayectoria de la investigación moderna, que solo nos permite tener un conocimiento muy superficial.
Las manifestaciones arquitectónicas de la prehistoria documentadas hasta ahora en Ibiza y Formentera↗ se dividen en tres categorías: la arquitectura doméstica, que incluye las viviendas y otras construcciones relacionadas; la arquitectura defensiva, como fortificaciones y refugios; y finalmente, la arquitectura funeraria, destinada a construir sepulcros que albergaban los restos de algunos miembros de las primeras comunidades pitiusas. El sepulcro megalítico de ca na Costa es un ejemplo destacado de arquitectura monumental.
El dolmen de Ca Na Costa es una construcción megalítica utilizada como sepulcro. Hasta su descubrimiento y excavación entre 1974 y 1977, no se tenía conocimiento de la existencia de ninguna población prehistórica en Formentera. Se encuentra concretamente ubicado cerca del estanque conocido como Estany Pudent (anteriormente llamado Estany des Flamencs) y del pueblo de Es Pujols, en la parroquia de Sant Ferran de ses Roques. Este sepulcro se asienta directamente sobre la roca y tiene una planta casi circular, con dos partes principales: la cámara funeraria en el centro, con su corredor de entrada, y tres anillos que la rodean. Se estima que data de la Edad del Bronce y probablemente fue utilizado entre el 2000 y el 1600 a.C.
En este dolmen fueron enterradas ocho personas: seis hombres (de entre 35 y 55 años) y dos mujeres (de entre 20 y 35 años). Junto a los cuerpos se encontraron diversos objetos, como botones, cuentas de collar y fragmentos de cerámica. Algunos de esrtos materiales depositados en el Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera↗.
Las pruebas de datación por carbono 14 realizadas en los materiales encontrados en el yacimiento indican que su origen se sitúa alrededor del año 2000 a.C. Esto lo convierte en el megalito más antiguo de las Islas Baleares. En el año 1994, fue declarado como un bien de interés cultural, específicamente en la categoría de zona arqueológica.
Vista aérea del Yacimiento Megalítico de Ca Na Costa, Formentera
Foto: Consell de Formentera
El descubrimiento de este sepulcro en 1974 fue un importante aporte a la historia de las Pitiusas, ya que hasta entonces se creía que la presencia humana más antigua en la isla se remontaba a la época púnica. Ca Na Costa se encuentra en un lugar de gran belleza, que forma parte del Parque Natural de ses Salines (las Salinas) de Ibiza y Formentera↗.
El rasgo más distintivo de esta arquitectura inicial en las Pitiusas, en todas sus manifestaciones, es el uso exclusivo de la piedra como material de construcción. Se utilizaba la piedra local del yacimiento, ya sea arenisca o más comúnmente caliza. Gracias a su disposición en capas horizontales de poco grosor, incluso con herramientas muy simples, se podía extraer fácilmente de la roca en forma de losas casi planas. Estas losas se utilizaban tal cual, sin ningún trabajo adicional para regularizar sus bordes.
En algunas ocasiones, las losas utilizadas en la construcción podían ser de gran tamaño, superando los dos metros de longitud y uno y medio de ancho, con un peso que alcanzaba varias toneladas. Estas losas se conocen como ortostatos. Por otro lado, también se utilizaban piezas más pequeñas, de no más de medio metro de tamaño y con un peso de unas decenas de kilogramos.
El tamaño de las losas dependía de las necesidades de la construcción, y la habilidad de los constructores era lo que les permitía encontrar la mejor manera de encajar cada pieza, asegurando una gran solidez y estabilidad en la estructura. Aunque en algunos casos solo se utilizaba tierra como material de relleno, esto no afectaba la resistencia de la construcción...
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