Venda de Missa

Venda del pueblo de Sant Vicent de sa Cala, en el término municipal de San Juan de Labritja. Ocupa una pequeña porción de tierras en la parte central del pueblo, en torno a la iglesia y las antiguas escuelas. De hecho, se trata de la venda de menor extensión de toda la isla de Ibiza, con cerca de 74 hectáreas de superficie. Limita al norte con las vendas de Cas Negres y Cas Rierons, al este con la de s'Àguila, al suroeste con la de s'Almanguena y al oeste con la de Cas Serres.

Se trata de un territorio accidentado, que tiene su punto más bajo en el extremo noreste, en la confluencia de los dos brazos principales que forman el torrente de sa Cala, a unos 40 metros de altitud, y va elevando progresivamente hacia el oeste, hasta superar los 200 metros de altitud. Se trata de las vertientes inferiores de varias colinas, como la de Maians, al norte, o la colina de s'Àguila, al sureste.

El torrente de Xumeu circula por el extremo norte, al límite de la venda, mientras que el torrente de s'Almàngena lo hace atravesando la venda de suroeste hacia noreste; ambos se unen y forman el torrente de sa Cala, poniendo en marcha todas las aguas superficiales de la venda.

Habitualmente se trata de cauces secos, pero en caso de lluvias fuertes pueden llegar a llevar importantes cantidades de agua, por las importantes pendientes de esta zona, porque tienen un área de recepción relativamente extensa y porque parece que los cumbres de las colinas de los alrededores podrían ser el sitio donde se concentran las mayores cantidades de precipitación de la isla. Así, se recuerdan episodios, como el del año 1977, en los que la cantidad de agua que circulaba era superior incluso a la capacidad de los cauces de los torrentes, lo que provocó la inundación de los bancales inferiores de las laderas.

Es posible que la conciencia de episodios de este tipo sea la causa de que todas las casas payesas (campesinas) se encuentren situadas en puntos relativamente elevados.

Los suelos son aluviales, con un componente calizo muy abundante, y más profundos cuanto más abajo se encuentren. A menudo también con una corteza calcárea que ha tenido que retirarse para poder aprovecharlos, utilizándose la corteza, a su tiempo, para construir los márgenes de piedra seca que intentan evitar la erosión y crear espacios aprovechables para la agricultura.

Las vertientes más elevadas, así como varias fincas que han sido abandonadas a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, constituyen los espacios que ocupa la vegetación natural, formada por un denso matorral (mates, coscoja, enebro, romero, etc.) con pinos (generalmente pinos blancos o bordes) y también sabinas, especialmente en los márgenes. En el fondo de los torrentes se puede encontrar también vegetación específica de estos lugares húmedos, tales como adelfas o aulagas.

El poblamiento, diseminado, está formado por una decena de viviendas, no todas ocupadas permanentemente, ya que algunas fincas han sido abandonadas y sus pobladores han emigrado hacia otros lugares de la isla a partir de la llegada del turismo. Entre las edificaciones se encuentran la iglesia y la casa parroquial de San Vicente y las antiguas escuelas, transformadas en un campo de aprendizaje dependiente de la Consellería de Educació, junto al cual hay una pista polideportiva.

En los campos de cultivo se encuentra la habitual combinación de cereales y árboles (algarrobos, almendros, olivos y alguna higuera), con alguna pequeña parcela de huerta donde se puede disponer de buenas cantidades de agua. La única actividad al margen del sector primario es un café situado muy cerca de la iglesia.

La carretera de San Juan de Labritja a Sa Cala atraviesa la venda por en medio, y salen los diversos caminos que llevan a las viviendas. Están asfaltados los que llevan a la iglesia y al campo de aprendizaje.

Tota la venda tiene la clasificación de suelo rústico protegido, al estar incluida dentro de las Áreas Naturales des Amunts de Eivissa por la Ley de espacios naturales aprobada por el Govern Balear en 1991, con la tipología de Área Rural de Interés Paisajístico , salvo el extremo suroeste, el más elevado, que tiene la categoría de Área Natural de Especial Interés. Administrativamente, se trata de una de las siete ventas en las que se divide oficialmente el pueblo de San Vicente de sa Cala por parte del Ayuntamiento de San Juan de Labritja. [JPS]

Josep Antoni Prats Serra [JPS]
(EEiF) Enciclopèdia d'Eivissa i Formentera
Una imagen de la venda de Missa (San Vicente de sa Cala)
Foto: Felip Cirer Costa



Iglesia de San Vicent de sa Cala
Foto: IbizaTravel

Venda de Morna

Una de las cuatro grandes vendas en las que tradicionalmente se ha dividido el pueblo de San Carlos de Peralta, en el término municipal de Santa Eulalia del Río. Ocupa el sector noroccidental del pueblo, limitando al norte con la venda de s'Almanguena (del pueblo de San Vicente de sa Cala), al oeste con la de Es Figueral, al sureste con la de Peralta, al sur con la de Atzaró, al oeste con las des Codolar y Porrals (del pueblo de Sant Llorenç de Balàfia) y al noroeste con las de Cas Cavallers y Cas Ripolls (del pueblo de Sant Joan de Labritja). Su territorio, de alrededor de 940 hectáreas de extensión, comprende dos partes bien diferenciadas: la mitad meridional, llana, y la mitad septentrional, accidentada y con importantes elevaciones. El pla de Morna y Atzaró se sitúa entre los 60 y los 100 metros de altitud, alargado de este a oeste. La parte alta de la venda se corresponde con los estribos más importantes de las sierras que separan San Carlos de San Juan y San Vicente, en el extremo más oriental de la zona elevada de Es Amunts; esta zona, en conjunto, se llama sierra de sa Mala Costa y se inicia, al oeste de la venda, en el puig de sa Savina (332 m de altitud); al norte de este puig se sitúa el punto más alto, llamado es Fornàs o puig de sa Torreta (412 m); hacia el noreste de este punto se encuentra toda una sucesión de puntos elevados: Puig d'en Lluquí (333 m), Puig de sa Rota Blanca (323 m), Puig Gros (399 m), Sa Mola (362 m) ) y sus Tanquetas (375 m). Todos estos montes constituyen una verdadera barrera orográfica. Sólo se abre entre ellos un collado relativamente accesible, es Forn des Saig , entre sa Mola y ses Tanquetes, a 243 m de altitud, comunicando, aunque precariamente, el pla de Morna con el valle de la venda de s' Almánguena, en San Vicente de sa Cala.

Entre estos montes aparecen varias torrenteras, con valles de pendiente pronunciada. Las más destacadas son las que se unen y acaban formando el torrente de Morna y, un poco más hacia el este, el torrente de Gibert, que baja des Forn des Saig. Estas torrenteras, y otros menores, circulan de norte a sur, hacia la llanura, y al llegar van perdiendo fuerza, el agua se infiltra o circula superficialmente y los cauces prácticamente desaparecen. Renacen en la parte más baja de la llanura, hacia el sudeste, ya en la venda de Atzaró, y acaban alimentando el torrente de s'Argentera. Buena parte del agua se infiltra, y así en el interior de las colinas se llegan a acumular cantidades importantes, que salen a la superficie por diversas fuentes, la más importante de las cuales, la fuente de Morna, llegó a alimentar, en los años ochenta del s XX, una planta envasadora de agua que dejó de funcionar cuando las fuentes se secaron por la sobreexplotación del acuífero de la zona.

La vegetación natural (los bosques de pinos con matorral mediterráneo) ocupa todas las zonas más elevadas, a partir del punto en que las pendientes se hacen importantes (entre los 100 y los 150 metros de altitud), incluyendo todas las fincas situadas en puntos elevados y que en algún momento habían sido trabajadas. El pino laricio ocupa también algunas fincas del plan que han sido abandonadas. Se han producido incendios cíclicamente, y así en los años sesenta se quemó la zona de Es Fornàs (conocida desde la actualidad como sa Crema) y en los años ochenta todas las zonas más elevadas. Los suelos son aluviales, profundos y de buena calidad al plano, mientras que así como se asciende se van haciendo más delgados y va predominando cada vez más el componente calcáreo.

El poblamiento ha sido tradicionalmente, y sigue siendo, diseminado. Buena parte de las casas payesas (campesinas) se sitúa en el límite del pla con las zonas más elevadas. Más arriba también había algunas, que en buena parte se han ido abandonando (aunque algunas han sido recuperadas más adelante), mientras que en la página ha aumentado el número de edificaciones y se ha producido una cierta densificación, aunque muchas de estas nuevas casas no van ligadas a la explotación de las fincas agrícolas. No se dispone de cifras totales de población, pero no parece haber grandes cambios, ya que una cierta emigración hacia otras zonas de la isla provocada por el fenómeno turístico se ha visto compensada por la inmigración de otra gente atraída por la posibilidad de vivir en un ambiente rural no demasiado alejado. Un porcentaje elevado de población es de nacionalidad extranjera, que son en muchos casos los que han recuperado casas campesinas deshabitadas.

Salvo una pequeña tienda tradicional situada a pie de carretera, el resto de actividades que se encuentran en la venda son las incluidas en el sector primario. Al empezar el s XXI buena parte de las tierras continúan trabajando con el sistema tradicional de cereales combinados con árboles, especialmente algarrobos y almendros. Pero también se puede encontrar algún huerto pensado para producciones más especializadas a mayor escala, como campos de naranjos. La ganadería tiene un papel muy residual y han desaparecido las tareas más relacionadas con el bosque, como la elaboración de carbón o cal.

La carretera San Lorenzo-San Carlos, que en buena parte es el límite meridional de la venda, constituye el eje básico de comunicaciones. Salen los diversos caminos de tierra que dan acceso a las diferentes viviendas, formando una red bien densa en la llanura y no mucho en la montaña, donde se han perdido varios caminos tradicionales. Todo el suelo de la venda tiene la clasificación de rústico y está protegido en lo alto, ya que forma parte del Área Natural de Especial Interés des Amunts de Ibiza.

Administrativamente, las vendas no tienen reconocimiento legal por el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu. Los vecinos de Sant Carles han elaborado un mapa en el que dividen esta venda en dos, con los curiosos nombres de “Morna 1” y “Morna 2”. [JPS]

Josep Antoni Prats Serra [JPS]
(EEiF) Enciclopèdia d'Eivissa i Formentera
Una perspectiva de la venda de Morna
Foto: EEiF

Venda de Atzaró

Venda de la parroquia de San Carlos de Peralta que linda con San Lorenzo y Santa Eulalia. De las cuatro vendas de San Carlos, la de Atzaró es la única que siempre queda fuera de la caballería de Peralta. Es bien conocido el puig de Atzaró, donde confinan las tres parroquias mencionadas. [JMC]

Es una de las cuatro grandes vendas que conforman el pueblo de Sant Carles, en el término municipal de Santa Eulària des Riu, junto con las de Peralta, Morna y es Figueral. Limita al norte con Morna, al este con Peralta, al sur con la parroquia de Santa Eulalia del Río, y al oeste con la de San Lorenzo de Balàfia, del término municipal de San Juan de Labritja. Ocupa la banda de mediodía de una amplia llanura (se podría llamar pla de Morna y Atzaró) que hace de conexión entre la de Balàfia, al oeste, y la des Figueral, al este.

La mayor parte del territorio es, por tanto, plano, con ondulaciones suaves que no señalan líneas de pendiente demasiado definidas. Sólo en el extremo suroccidental, las pendientes se van haciendo más pronunciadas, hasta alcanzar los 219 m en el puig de Atzaró, por cuya cima pasa el deslinde con Santa Eulària des Riu. El pla de Morna y Atzaró forma parte del área relativamente deprimida que va de lado a lado de la isla de Eivissa, de oeste a este, al sur del sector más elevado de es Amunts.

En su superficie, se han depositado los aluviones provenientes sobre todo de los macizos del área de tramontana de Morna, en el límite con San Juan y San Vicente (sierra de sa Mala Costa), que han sido arrastrados por varias torrenteras, como el propio torrente de Morna. Estos aluviones han dado lugar a unos suelos profundos y fértiles que han sido intensamente aprovechados por el hombre para labores agrícolas.

La falta de pendientes y la capacidad de infiltración de estas tierras hacen que estos mismos torrentes no crucen toda la llanura, sino que mueran, y así el agua pasa a circular subterráneamente. Sin embargo, reaparece en la superficie, en el sector sureste de la venda, donde nace uno de los ramales principales de lo que más abajo será el torrente de s'Argentera. Por aquí desaguan las aguas sobrantes del importante acuífero del subsuelo de la llanura. El torrente de s'Argentera, al salir de Atzaró, se dirige hacia el sur, atravesando toda la zona de Arabí hasta el mar.

Las áreas de vegetación natural (brota con pinos) se concentran en el lado de mediodía, en las laderas del puig de Atzaró y de otras colinas cercanas, así como alrededor del cauce del torrente de s'Argentera, donde también hay algunas especies más propias de estos lugares húmedos, tales como aulagas o adelfas (baladre).

El poblamiento, compuesto por cerca de un centenar de edificaciones, es del todo disperso, de forma bastante uniforme, por toda la venda. Se cuentan tanto casas tradicionales como otras de reciente construcción, lo que no indica que la población haya aumentado. De hecho, aunque no existen datos, parece que se mantiene más o menos estable. Algunas casas se han convertido en segundas residencias, y a menudo los propietarios son extranjeros.

Las únicas actividades económicas que existen en Atzaró son las relacionadas con el sector primario. Prácticamente toda la venda es terreno agrícola. Se cultivan básicamente los cereales (trigo, cebada, avena) y, sobre la misma tierra, los árboles típicos del campo ibicenco (almendros, algarrobos, higueras, olivos). La mayoría de hacienda sigue trabajando, aunque a tiempo parcial; muy pocas personas tienen la agricultura como única dedicación.

La ganadería está presente sólo de manera complementaria a la agricultura, con los animales propios de la casa payesa (campesina) ibicenca (cerdos, palomas, conejos, etc.). Tampoco hay ninguna actividad comercial a toda la venda, y hace de centro, en primera instancia, Sant Carles, y, en mayor grado, Santa Eulària des Riu.

Cabe señalar que dentro de los límites de Atzaró se encuentra la escuela inglesa de Ibiza (Morna Valley School).

En estas circunstancias, la mayoría de la población debe desplazarse fuera de la venda para trabajar, hacia los centros turísticos y comerciales de los alrededores (Santa Eulària, Es Canar, Es Figueral, entre otros lugares). La red de comunicaciones viene representada por los diversos caminos que atraviesan la venda en todas las direcciones, algunos de ellos asfaltados, como la carretera de Sant Carles a Sant Llorenç, que hace de límite de Atzaró por el este y por el norte.

El camino de Atzaró atraviesa la llanura por el centro, y a él va a parar, proveniente de Arabí, el camino de Perella, ambos recientemente asfaltados dentro del Programa de Mejora de Caminos Rurales del Govern Balear. La única zona protegida por la Ley de Espacios Naturales es la de las vertientes del puig de Atzaró, reconocida como Área Natural de Especial Interés.

Atzaró, como el resto de vendas del término municipal de Santa Eulalia del Río, no existe de manera oficial, ya que el ayuntamiento no lo ha tenido en cuenta a efectos administrativos. De todas formas, conserva plena vigencia entre la población y en los asuntos propios de la parroquia de San Carlos de Peralta. [JPS]

Joan Marí Cardona [JMC], Josep Antoni Prats Serra [JPS]
(EEiF) Enciclopèdia d'Eivissa i Formentera
Venda de Atzaró. Vista de los estribos del puig d'Atzaró
Foto: Josep Antoni Prats Serra / Enric Ribes i Marí.

Detalle de la venda de Missa (Sant Vicent de sa Cala)
Foto: Felip Cirer Costa

Venda de Morna. Imagen de la zona
Foto: EEiF

Fuente de Atzaró (Font d'Atzaró)
Foto: Ajuntament de Santa Eulària des Riu