Venda de ses Salines (I)

Venda (*) municipal de Formentera, la más septentrional de la isla. Limita con el mar y con el estany Pudent en más de un 95% de su perímetro y sus únicos límites terrestres son la carretera que conduce al hostal Sa Roqueta, en su extremo oriental, y la acequia que permite entrada de agua del mar en el estanque, que es su extremo occidental. Limita, por tanto, con el mar por poniente, tramontana y levante y con la venda (*) des Brolls, la orilla N del estany Pudent y la venda (*) de los Molí-s'Estany por migjorn.

Estos territorios habían pertenecido desde el s XVIII a las antiguas vendas (*) parroquiales y defensivas de la punta Prima y del Estany, integradas siempre en la parroquia de San Ferrán de ses Roques.

La venda (*) engloba, por tanto, los lugares conocidos como la punta de Es Trucadors, donde se encuentran las playas de ses Illetes y de Llevant; las antiguas salinas Marroig; la masa forestal conocida como el bosque de sa Salinera; la Revista, y la Roqueta.

La documentación municipal no especifica si la isla de s'Espalmador forma parte o no de la venda de ses Salines.

El hecho de que en s'Espalmador haya media docena de edificaciones, algunas dedicadas a la vivienda, permite suponer que no han sido excluidas de la numeración de los edificios diseminados, finalidad con la que se inició la división en vendas (*) el año 1983, y que forman parte de una de las catorce vendas (*) de Formentera, que no puede ser otra, por inmediatez territorial, que la de Ses Salines.

Así pues, la venda (*) tiene una extensión de 2.926.078 m2, equivalentes a 293 ha. A esta extensión, deberían añadirse los casi 2 km2 de la isla de s'Espalmador. El 95% de los límites geográficos de la venda (*) son naturales y están configurados como costa baja arenisca con algunos tramos de costa baja rocosa, excepto una sección de costa de peldaño en la vertiente O de s'Espalmador, en la zona de sa Guardiola. Este punto es la elevación principal de la venda de ses Salines, con 18 m. Otras elevaciones se presentan en forma de pequeñas colinas que destacan en el paisaje tanto en s'Espalmador como en la punta de Es Trucadors.

En s'Espalmador se encuentran la colina de sa Torreta, en la punta N de esta asa, con 13 m, y la colina de Garrigó, con 10 m, en la zona SE de s'Espalmador. En es Trucadors están las colinas de Adolf (11 m), la de Es Palo (10 m), las dunas de Es Muntanyar (9 m) y la isla de en Forn (7 m). Cabe decir que tanto en s'Espalmador como en Es Trucadors se encuentran depresiones del terreno que forman embalses de agua salada rodeados de humedales: el de s'Espalmador se conoce como sa Bassa, mientras que los de ses Illetes han sido incorporados al circuito hídrico de las salinas.

La escasa elevación del terreno de la venda de ses Salines y el hecho de que el perímetro alargado de este territorio esté expuesto permanentemente a la acción directa o indirecta del mar han sido factores condicionantes del aprovechamiento humano de estos territorios.

Solo en zonas interiores de s'Espalmador y en zonas próximas al lugar conocido como sa Revista se pueden observar campos de cultivo en diferentes estados de abandono a principios del s XXI. Aún se puede encontrar también, en el O del núcleo urbano de sa Roqueta, un pequeño tercio de viñedo y olivos, ya abandonado, situado entre dunas de sabinas.

Vicent Ferrer Mayans [VFM]
(EEiF) Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera
Foto: Vista de las Salinas de Formentera
Consell Insular de Formentera

Venda de ses Salines (II)

La ocupación del suelo, pues, y la edificación en la venda de ses Salines han sido del todo supeditadas, en primer lugar, a la actividad salinera y, a partir del último tercio del s XX, a la oferta turística. El hecho de que la empresa salinera fuera la propietaria de la mayor parte de los territorios de la zona des Trucadors y sa Revista y que la actividad salinera se mantuviera aproximadamente hasta 1985 preservó los territorios de la venda de ses Salines de iniciativas inmobiliarias y urbanizadoras como las que habían ido alterando el litoral de Formentera desde la década de los setenta del s. XX. Lo mismo puede decirse de s'Espalmador, que, como isla privada, quedó al margen de cualquier proyecto económico que implicase consumo de territorio.

Así, de la veintena de viviendas de la venda (*), una gran parte estaba destinada a alojar a las familias de los trabajadores de la sal, muchas de origen ibicenco: Can Miquel Bosc, Can Palla de Sa Máquina, Can Sastre o la Iglesia de s'Estany, Can Toni de Ferrera, Can Toni Xumeu, Can Tomàs, Can Joan d'Armat, Can Joan Gerra y Can Petit. Ésta era también la finalidad principal del edificio conocido como sa Revista, de dos plantas, donde habían llegado a vivir hasta cuatro familias de trabajadores de la sal.

Como expone el historiador formenterés Santiago Colomar en su obra Formentera en la época contemporánea (1782-2007), cuando las salinas dejaron de funcionar, algunas de sus instalaciones se habían ido reconvirtiendo en alojamientos turísticos, con la perspectiva reorientar la propiedad hacia esta nueva actividad económica. En aquel desvío de los años setenta y ochenta del s XX, estos territorios sin prácticamente ninguna medida de planificación ni ordenación urbanística eran una suculenta tentación para grupos empresariales externos, lo que puso en alerta el tejido asociativo de Formentera y los partidos políticos de izquierda, que gracias a su campaña a favor de la declaración de ses Salines como parque natural consiguieron que los macroproyectos fueran devueltos al cajón.

A partir de finales de la década de los ochenta del s XX, una serie de normativas urbanísticas y de ordenación territorial, cuyas primeras fueron las Normas subsidiarias de Formentera (1989) y la Ley de costas, acabaron englobando la totalidad de los territorios de la venda de ses Salines en las áreas con mayor legislación proteccionista: toda la extensión de la venda (*) es área natural de especial interés (ANEI) y está incluida, igualmente, en la Reserva Natural de ses Salines de Ibiza y Formentera . De este modo, tanto el núcleo urbano de sa Roqueta, iniciado con la construcción de los hostales Sa Roqueta (1964) y Calma (1967) y continuado en los años siguientes con la construcción de los hostales Rosamar, Lago Playa y Laguna, como los siete establecimientos de restauración que recorren la costa de la venda (*) (dos en la playa de Levante y cinco en la de ses Illetes) se consolidaron antes de que la venda (*) entera fuera objeto de protección y ordenación territorial.

Dos de estos establecimientos ocupan edificios históricos, como las casas viejas de Can Teuet de sa Sèquia (que con anterioridad había sido una escuela para los chicos del núcleo cercano a la Savina) y el molino des Carregador, mientras que los demás son concesiones temporales bajo el formato de kiosco. También la antigua casa conocida como sa Ferreria Vella se convirtió en un bloque de apartamentos durante la década de los noventa.

En esa década se impulsaron los planes para la recuperación de los sistemas dunares, que implicaron, entre otras cosas, el trazado de itinerarios para que la presión humana que se concentra en los meses de verano reduzca su impacto sobre la vegetación endémica de la zona costera de la venda (*). Desde el verano de 2007 el acceso con vehículo de motor a la punta de Es Trucadors está ya ordenado y racionalizado, aunque todavía no se había podido hacer lo mismo con el fondeo masivo de embarcaciones en la zona de ses Illetes y del Espalmador.

Vicent Ferrer Mayans [VFM]
(EEiF) Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera
Foto: Detalle las Salinas de Formentera
Consell Insular de Formentera

Venda de ses Salines (III)

La vegetación de la venda (*) es la propia de las zonas costeras de la isla de Formentera: masas de pinar y sabinar con diversos grados de consolidación y densidad en la parte meridional de la venda (*), junto a la Savina y es Pujols, y en s' Espalmador, junto con áreas de vegetación costera con endemismos y sistemas dunares. Sólo en las pocas áreas que han sido objeto de aprovechamiento agrícola, especialmente en s' Espalmador, se pueden encontrar ejemplares de higueras y de olivos.

Desde el punto de vista histórico y demográfico, en la venda de ses Salines se encuentran testigos de diversas etapas históricas: desde los obradores de metal de época feniciopúnica a s'Espalmador y otros trazos de construcciones portuarias en su bahía de s'Alga, en los primeros repobladores medievales.

En relación con esto último, el historiador ibicenco Francesc X. Torres Peters dio noticia de un establecimiento de 1282 a Ramon Carnisser en la zona de sa Torreta, lo que refuerza la consideración de s'Espalmador no como islote sino como parte de la isla de Formentera.

En los s XV, XVI y XVII la venda de ses Salines fue escenario de diversos episodios relacionados con la lucha contra la piratería turca y barbaresca, como la batalla de Portuondo en aguas de s'Espalmador en el año 1529.

Probablemente el conocido pozo de ses Illetes, de planta semicircular y excavado a pocos metros de la playa, debía abastecer de agua a las embarcaciones que se acercaban a la orilla en aquellos siglos convulsos.

Ya en el s XVIII se construyó en s'Espalmador la torre de sa Guardiola, que sustituía una antigua torreta de vigilancia situada en el N, en la zona ya mencionada de sa Torreta, que por eso recibe este nombre. El historiador Eduardo Posadas especuló con la existencia de otra pequeña torre de vigilancia en la colina de Es Palo, de la que no queda ningún rastro.

Testimonio de un proceso de forestación ya más consolidado fue la erección de un templo en ses Salines, conocido como s'Església Vella y que inicialmente debía convertirse en el referente espiritual del nuevo pueblo de Sant Ferran.

El poblamiento, aunque escaso, estaba presente en toda la venda (*): el mismo faro de Pou ya era la vivienda del farero y su familia, e incluso la tradición oral asegura que es enterrado en la isleta uno de sus hijos.

También en el centro de la isla de s'Espalmador hay una casa tradicional conocida como Can Vidal o Can Mayans de s'Espalmador, que desde los años treinta del s XX es habitada por mayorales o guardas de la isla. La construcción del faro des Pou, en la isla des Porcs, en el N de s'Espalmador, y del molino de sal des Carregador acabaron de imprimir a la venda (*) la fisonomía paisajística con la que encarará el s XXI.

Las principales vías de comunicación de la venda (*) son la carretera que une los núcleos de Es Pujols y de la Savina, que discurre por la vertiente meridional de ses Salines; el camino de ses Illetes, que avanza desde esta carretera hasta es Trucadors, y el camino o la carretera de sa Roqueta, que marca el límite oriental terrestre de la venda de ses Salines.

La venda (*) cuenta con dos varaderos, en la isla de Forn y en la playa de ses Xalanes. [VFM]

Vicent Ferrer Mayans [VFM]
(EEiF) Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera
Foto: Vista de las Salinas en Formentera
Consell Insular de Formentera

Vista de estanque frente al pueblo
Foto: Consell Insular de Formentera

Grupo de flamencos en las Salinas al atardecer
Foto: Varios red

Vista una entrada playa Ses Illetes de Formentera
Foto: Consell Insular de Formentera