Es Cubells (I)

Es Cubells es un pueblo de la isla de Ibiza, del término municipal de San José de sa Talaia. Situado en el extremo suroeste de la isla, ocupa una extensión de unos 23'5 km2 (incluyendo los islotes de es Vedrà y es Vedranell, que juntos miden unos 1 km2). Limita al norte con el pueblo de San José de sa Talaia, al este con el de San Francisco de s'Estany y al sur y al oeste con el mar.

La parroquia que lo conforma es la de la Virgen del Carmen, pero este nombre no se ha llegado a popularizar más allá de los asuntos estrictamente religiosos. El nombre de Es Cubells, que en principio correspondía sólo a su venda central, ha acabado aplicándose también a todo el pueblo, que incluye, además de ésta, las ventas de Cala d'Hort, la Flota y Davall sa Serra .

GEOGRAFÍA
Espacio físico
El territorio del pueblo de Es Cubells se extiende desde el torrente de Es Jondal, al este, hasta el mar y los islotes de es Vedrà y es Vedranell al oeste, y desde la Atalaya de San José (sa Talaia) al norte hasta los cabos Llentrisca y de Porroig al sur.

Es uno de los pueblos de la isla con el relieve más accidentado y roto, con fuertes pendientes en casi toda su extensión. Como muestra, puede señalarse que desde la cima de sa Talaia (476 metros) hasta el mar, en las proximidades del cabo Llombí, sólo hay tres kilómetros y medio de distancia, lo que supone una pendiente media de casi el 14%. El eje básico de elevaciones es el que se inicia en el puig de Cala Llentrisca y en dirección noreste llega hasta sa Talaia de Sant Josep.

La continuación de este eje, en la misma dirección, así como los diversos contrafuertes que se derivan acaban constituyendo la principal unidad orográfica de toda la isla de Ibiza, en la que se sitúan casi todos los puntos que superan los 400 metros de altitud. De hecho, en este sector de Es Cubells se encuentran la primera elevación de la isla (sa Atalaya de San José), la segunda (el puig de Serra) y la cuarta (el puig de Cala Llentrisca).

Este último, es el que se encuentra al sur de la llanura de Cala d'Hort y del torrente de ses Boques; llega a 414 metros de altitud, en el punto conocido como es cap des Jueu; de ahí hacia el suroeste cae prácticamente en vertical sobre el mar, dando lugar a los acantilados más elevados de toda la isla; hacia el sur se alarga cerca de dos kilómetros, formando el cap Llentrisca y con cimas secundarias que superan los 300 metros de altitud.

Al oeste del cap des Jueu y separado de él por un collado, se encuentra el puig des Savinar, el cual, aunque su altitud es más modesta (244 metros) también forma unos espectaculares acantilados en la punta conocida como Oliva.

El collado de Cala d'Hort, a 206 metros de altitud, separa las aguas que van hacia cala d'Hort de las que van hacia Cubells y hace de puente entre el puig de Cala Llentrisca y el puig d'en Serra, que es un macizo alargado en dirección suroeste/noreste, con su cima, que llega a 436 metros, situado aproximadamente en el centro; sus vertientes se extienden por el oeste hasta cala de Hort y por el sur hasta el sector donde se encuentra el núcleo de Es Cubells, mientras que hacia el este casi cierran la salida, por el sur, al valle que conforma la venda de la Flota.

Al norte del puig d'en Serra se encuentra el collado de s'Almànguena, todavía a una gran altitud (297 metros), que conecta con el puig Negre (362 metros). Este puig, situado un poco más al norte, hace de nexo con los contrafuertes que van encaramándose hacia la Atalaya de San José y también hacia el sector de las Rocas Altas, ya dentro del pueblo de San José de la Atalaya.

De la Atalaya de San José sólo corresponde a es Cubells una pequeña vela de territorio desde la cima hacia el sur. Se trata de un macizo de gran potencia, alargado también de suroeste hacia noreste, con la particularidad de que las pendientes son muy fuertes hasta llegar aproximadamente a la cota 450 y a partir de aquí hacia arriba son muy suaves, dando lugar a unas tierras casi llanas (de hecho, se las llama la llanura de Dalt sa Atalaya) que en el primer tercio del siglo XX estaban dedicadas a la agricultura. Uno de los contrafuertes de Sa Talaia, el puig d'en Corda, se extiende hacia el sureste del macizo principal llegando, en dos cumbres diferentes, a 368 y 349 metros de altitud.

En la zona más oriental del pueblo se levantan algunos puigs aislados. Lo más importante es la serra de Calaveres, en el extremo noreste, un macizo alargado en dirección oeste-este que alcanza los 287 metros de altitud. El puig Redó es un pequeño macizo de forma cónica, como su nombre indica; aunque sólo alcanza 156 metros de altitud destaca claramente en el territorio, ya que se encuentra en medio de un área relativamente extensa y más o menos llana, lo que le da una gran importancia estratégica (en el pasado fue una meta destacada, por ejemplo, entre las divisiones islámicas del territorio).

Entre todos estos puntos elevados todavía queda espacio para algunos valles y otras zonas planas o con pendientes suaves, que son las que se han aprovechado tradicionalmente para el establecimiento de la población, ya que eran las áreas aptas para ser explotadas agrícolamente. De entre los valles destaca la zona de la Flota, encajonada entre sa Talaia al norte, el collado de s'Almàngena al oeste, el puig de Serra al sur y la sierra de Calaveres al este, restando sólo una estrecha salida hacia el sureste, por donde se cuela el torrente de s'Aigua; es un valle subdividido en varias canaladas, todas ellas con fuertes pendientes, donde se aprovechaban agrícolamente en primer lugar las partes más bajas y, en función de las necesidades, se iba ascendiendo por las difíciles vertientes.

Al oeste del principal eje de puigs sólo hay, como zona relativamente llana, la parte de Cala d'Hort situada al norte del puig des Savinar, cerca del caP Blanc; son tierras situadas a una altitud que va de los 50 a los 150 metros, inclinadas hacia el norte y el noroeste.

En la vertiente sureste del puig d'en Serra, de los 200 metros de altitud hacia abajo, se suavizan las pendientes, dando lugar al área central de Es Cubells; en toda la zona se superan los 100 metros de altitud e incluso más hacia el este, en el área cercana a sa Caixota donde vuelve a aumentar la altitud y se llegan a superar los 150 metros en varios puntos ; más al este todavía, las pendientes se hacen más bruscas más cerca del torrente de s'Aigua.

Al otro lado de este torrente se encuentra el sector más plano de todo el pueblo: una franja alargada de unos tres kilómetros de norte a sur, desde las laderas de la sierra de Calaveres hasta Porroig. La zona más cercana a la sierra (y por eso conocida como Davall sa Serra) es la más ancha, casi dos kilómetros entre los torrentes de s'Aigua y des Jondal, tras el cual continúan las llanuras por la venda de Cas Serres de Sant José. Más al sur, la llanura se estrecha por la presencia del puig Redó, al sur del cual vuelve a ensancharse un poco, ya cerca de Porroig. Antes de llegar, hay una pequeña área muy llana llamada es Camp Gran, entre el torrente de s'Aigua y el canal de Ca la Pi, a unos 70 metros de altitud.

La propia península de Porroig también está conformada por una pequeña meseta llamada significativamente la llanura de Porroig. Sólo una pequeña parte de la llanura de Es Jondal, la de poniente del torrente del mismo nombre, corresponde a es Cubells.

En los 15 kilómetros lineales de costa del pueblo (sin contar las islas y los islotes) predominan los acantilados, la costa alta; la costa de calas se encuentra sólo en algunos puntos donde llegan torrenteras al mar formando pequeñas playas (salvo las dos más grandes, cala d'Hort y es port des Jondal). En cuanto a costa baja o de playas, sólo las hay en algún pequeño tramo cuando se forman estrechos depósitos de arenas o gravas debajo de los peñascos (la playa de Es Cubells o sa Caixota).

Desde el extremo occidental hasta el oriental de la costa de este pueblo se encuentran, en cala d'Hort, la desembocadura del torrente de ses Alfàbies que da lugar a una pequeña playa entre peñascos.

Hacia el sur, inmediatamente después de la playa hay unos altos acantilados, que en este sector tienen un característico color blanquecino (por ser unas tierras con elevadas proporciones de arcillas). La altitud va aumentando progresivamente hacia el sur y pasa de unos 50 metros cerca de cala de Hort a unos 80 en el cap Blanc y a unos 150 en la base del puig des Savinar.

Este puig conforma una punta rodeada de acantilados de más de 200 metros de altitud que se adentra en el mar en dirección suroeste, justo delante de los islotes de es Vedrà y es Vedranell, llamada l'Oliva. Entre este punto y el extremo del cap Llentrisca la costa conforma un arco, muy abierto. Dentro de ella se sitúan, en primer lugar, sa Pedrera des Savinar (una explotación de piedra arenisca abandonada al inicio de la segunda mitad del siglo XX) y un pequeño rincón de mar llamado des Llenyam; después, están los elevados peñascos de abajo desde Cap des Jueu y de la parte del cap Llentrisca que mira hacia poniente (con altitudes que van de los más de 400 metros hasta los cerca de 200 cerca del extremo del cap), con pequeñas puntas como la de la cueva Foradada y un pequeño arrecife, la Galereta de cala Llentrisca.

A partir del extremo del cap Llentrisca la costa cambia bruscamente de dirección y pasa a formar una gran arcada, abierta ahora hacia el mediodía, que llega hasta la punta de Porroig. En principio la costa sigue una orientación de suroeste hacia el noreste, y continúan los elevados acantilados de entre 150 y 200 metros de altitud, únicamente rotos por un pequeño rincón de difícil acceso (solo se llega a él a pie) muy al abrigo de todos los vientos: es cala Llentrisca, que ha sido tradicionalmente un importante puerto de pescadores de la zona.

(EEiF) Joan Carles Clapés Tur [JCcT], Maurici Cuesta i Labèrnia [MCL], Joan Marí Cardona [JMC], Vicent Marí Serra [VMS], Josep Antoni Prats Serra [JPS]
Imagen superior:
Costa de Es Cubells
Foto: Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

Es Cubells (II)

Tras la desembocadura del torrente de ses Boques, donde se forma la pequeña playa del mismo nombre, la línea de costa va cogiendo dirección hacia el este y la altitud de los acantilados es algo menor, unos 100 metros, todo y que con una inclinación menor, que hace que se hayan podido urbanizar, haciendo carreteras y parcelando el territorio. En este sector más resguardado se forman estrechas playas bajo los acantilados, como la del Niu de s'Àguila y la des Cubells, esta última situada justo debajo de donde se encuentra el núcleo central del pueblo (también se conoce como la cala des Cubells, aunque es evidente que no se trata de ninguna cala, ya que ningún torrente rompe en este punto la línea de corteserrados).

A continuación hay dos pequeños entrantes que apuntan hacia el sur, el cap Llombí y el cap Negret, y entre ellos la pequeña playa del cap Negret. Los acantilados son ahora de menor altitud (unos 50 metros), aunque la línea de costa sigue teniendo un díficil acceso. Un amplio rincón con un poco de playa rocosa llamada sa Caixota marca el punto en el que la costa empieza a tomar, como dirección predominante, la norte-sur.

Poco después está la desembocadura del torrente de s'Aigua, formando la pequeña playa de Es Torrent, y a partir de ahora puede hablarse más de costa de peldaño que de acantilado, ya que la altitud raramente superará los 30 metros. Dos arrecifes llamados ses Illetes dan nombre a la punta que los acompaña (la punta de ses Illetes), la cual se adentra hacia el sur cerrando una pequeña bahía: Porroig. Se trata de un rincón bien resguardado, que mira hacia poniente, dentro de la cual se encuentra la pequeña playa de Es Cocó, un pequeño rincón llamado es port Brut (porque siempre hay una gran cantidad de algas que se acumulan) y el propio puerto de Porroig, un refugio de pescadores característico por su doble línea de casitas: cerca del mar, las habituales casetas varadero para embarcaciones y detrás de otras que aprovechan una cueva natural, como si fueran cuevas. Éste fue uno de los lugares elegidos para la llegada del primer hilo telegráfico desde la península Ibérica, y se pueden observar restos del edificio que se construyó.

La propia península de Porroig cierra la bahía por el sur, y se alarga hasta la punta del mismo nombre, rodeada de las peñas de tierra roja que le dan nombre. Un pequeño rincón se abre hacia el sur: cala Bertrana continuación otro tramo de costa, otra gran arcada abierta hacia el sur, entre las puntas de Porroig y des Jondal. Dentro de ella, el primer rincón es el que se forma en la desembocadura del canal de Ca la Pi, una playa tradicionalmente de pedruscall, donde se ha llevado arena de otros lugares, llamada es Xarco.

Es cap des Metge es una colina alargada de norte a sur, de entre 40 y 60 metros de altitud, que hace de separación entre Xarco y Jondal, aunque se adentra pocos metros en el mar respecto a estas playas .

Es Jondal (o es port des Jondal, dado que esta era la salida natural hacia el mar de una extensa comarca con este nombre) es una amplia playa, de cantos rodados y muy poco concurrida hasta los años ochenta; desde entonces tiene aportada artificialmente arena y es muy explotada turísticamente, con varios establecimientos de restauración y bebidas que la ocupan casi toda. Llega el torrente des Jondal, que hace de deslinde con el pueblo de Sant Francesc de s'Estany.

Se ha indicado antes que ante la Oliva se encuentran los islotes de es Vedrà y es Vedranell. Probablemente, junto con las Salinas, constituyen el espacio emblemático más importante para todos los habitantes de Ibiza y Formentera, como demuestra su constante presencia en fábulas y canciones populares. Es un lugar de gran belleza paisajística y, además, un espacio de gran valor ecológico.

Es Vedrà, el mayor, tiene 0,6 km2 de extensión, con un perímetro de unos 4 kilómetros, pero alcanza los 380 metros de altitud en su cumbre principal; es alargado hacia el suroeste, extremo en el que hay otra cima de 200 metros, prácticamente vertical sobre el mar, sa Bestorre. Es Vedranell tiene forma de arco con su parte interna mirando hacia el mediodía, con unos 0,2 km2 de superficie y casi 3 km de perímetro; también muy escarpado, alcanza los 126 metros de altitud.

Al lado de es Vedrà, en su parte de tramontana, se encuentra el pequeño islote de sa Galera, una roca de forma alargada de unos 200 metros de longitud. Y mar adentro, en dirección al noroeste, se ubican unas grandes rocas sumergidas conocidas especialmente por los pescadores de la zona; es la Bota.

CLIMA
El clima de esta zona es, obviamente, mediterráneo, y como en todo el área de las Pitiusas, con una importante tendencia hacia la aridez. Aunque las diferenciaciones climáticas dentro de Ibiza no son demasiado fiables, y que hay que tener en cuenta que la irregularidad (especialmente de precipitaciones) es una de las características mediterráneas que más se agudizan en las Pitiusas, pueden indicarse algunas cifras orientativas respecto a temperaturas y precipitaciones en la zona de Es Cubells; en cuanto a temperaturas, la media anual se encuentra entre 17º y 18º C en todo el pueblo salvo en la zona de Cala d´Hort, donde baja un grado para estar más abierta a los vientos de componente norte; las precipitaciones, en cambio, varían más: mientras que en la zona del cap Llentrisca no se llega a 400 mm anuales, en los puntos más elevados (especialmente en sa Talaia) se superan los 500 mm, por el efecto barrera que estos sectores provocan sobre los aires cargados de humedad.

La mayor parte del pueblo se encuentra en laderas meridionales, lo que hace que sean los vientos de este componente los que más puedan afectarle, mientras que la protección es mayor respecto a los vientos de componente norte.

HIDROGRAFÍA
La red hidrográfica superficial está compuesta por varios cauces de torrentes, generalmente secos, que ponen en marcha las aguas de lluvia desde los sectores más elevados hasta el mar. Como característica general de todos los torrentes de esta zona puede señalarse el profundo surco que marcan en el territorio, como consecuencia de la fuerte pendiente de su recorrido, al tener que salvar en pocos kilómetros unos cientos de metros de altitud, lo que aumenta mucho su poder erosivo.

Haciendo un repaso a las torrenteras de Es Cubells, siguiendo la costa otra vez del oeste hacia el este, el primero es el torrente de ses Alfàbies, que es el que va a parar a cala d'Hort. Vierte en este lugar prácticamente todas las aguas de esta venda, desde la vertiente de poniente del Puig Negre y el collado de s'Almàngena o Almangra, pasando por el sector noroeste y más occidental del Puig d'en Serra hasta la vertiente norte -oeste del puig de Cala Llentrisca, con una cuenca de unos 4 km2.

Este torrente es un buen ejemplo de accidente muy marcado en el territorio, como demuestra el hecho de que sólo lo atraviesa un camino, la actual carretera que llega a Cala d'Hort proveniente de la carretera de San José a Cala Vedella. Probablemente por esta notoriedad dentro del paisaje, el torrente de ses Alfàbies se eligió como límite natural entre los pueblos de Es Cubells y de San José de sa Talaia.

El torrente de ses Boques es el que circula de oeste a este desde el collado de Cala d'Hort hasta las proximidades del núcleo de Es Cubells, recogiendo las aguas de mediodía del puig d'en Serra y del noreste y este del puig de Cala Llentrisca. Por la derecha recibe la aportación del torrente de ses Sitges, que rodea el puig de Cala Llentrisca por el sureste.

En la zona central de Es Cubells y sa Caixota hay alguna pequeña canalada, como la de ses Ovelles (oficialmente llamada, torrente des Cubells), que conduce las aguas de esta zona más llana.

El torrente de s'Aigua, a pesar de su significativo nombre, a partir de la segunda mitad del siglo XX sólo lleva en algunos momentos puntuales después de un episodio de lluvias continuadas. Circula primero hacia el sureste y después hacia el sur, recogiendo buena parte de las aguas de la mitad sur del macizo de sa Talaia, poniendo en marcha todas las del valle de la Flota y después dando lugar al profundo rompe que separa Davall sa Serra de la venda de los Cubells, con unos 7 km2 de cuenca. En su parte alta, cuando forma un gran barranco al pie de sa Talaia, suele llamarse es Torrentàs, y todavía recibe otros nombres a lo largo de su recorrido, como el de torrente de Es Fornet o el de torrente de sa Canaleta.

El canal de Ca la Pi es la pequeña torrentera que circula de norte a sur desde la zona del Camp Gran hasta es Xarco; a diferencia de los demás, éste forma un ancho cauce que acaba transformándose en bancales que se dedicaban al cultivo.

Por último, el torrente des Jondal es uno de los más importantes de toda la isla de Ibiza, y sin duda el primero de todos los del territorio del municipio de Sant Josep. Denominado también torrente de Cas Berris, especialmente en su parte alta, recoge las aguas de las vendas de Cas Marins, Cas Serres y parte de la de Benimussa del pueblo de Sant Josep, y las de buena parte de la venda de Davall sa Serra desde Cubells. Tiene, por tanto, un largo recorrido y cerca de 20 km2 de cuenca, incluyendo varios macizos (entre ellos, buena parte de la Atalaya de San José). Este último hecho y la presencia de abundantes fuentes a lo largo de su recorrido y las canaladas que van a parar, han propiciado que hasta la segunda mitad del siglo XX llevara agua en superficie de forma continuada durante buena parte del año, como atestiguan los numerosos huertos que todavía pueden observarse en muchos puntos de su recorrido, y los restos de instalaciones hidráulicas que también se observan o de los que se tienen noticias, algunas muy antiguas (parece que hay de época islámica) y otras mucho más modernas, como varias norias.

(EEiF) Joan Carles Clapés Tur [JCcT], Maurici Cuesta i Labèrnia [MCL], Joan Marí Cardona [JMC], Vicent Marí Serra [VMS], Josep Antoni Prats Serra [JPS]
Imagen superior:
Es Cubells: ses Boques
Foto: Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

Es Cubells (III)

Dentro de las tierras de Es Cubells se forman pocas canaladas que vayan a parar al torrente de Es Jondal; la más importante es el canal de sa Tola, que rodea el puig Redó por el oeste y el sur. Al punto de su desembocadura, en Jondal, este torrente daba lugar a una pequeña área húmeda que prácticamente ha desaparecido, sólo quedan algunas áreas de carrizal. Es el único resto que puede observarse de área lagunar en este pueblo, aunque es posible que hubiera habido más en el pasado, en alguna otra desembocadura de torrente.

Las aguas subterráneas fueron muy abundantes hasta mediados del siglo XX, cuando el nivel empezó a descender por culpa de la sobreexplotación generalizada en toda la isla. Esto puede observarse en la gran cantidad de fuentes, repartidas por todo el territorio, que se han secado desde entonces.

Con la excepción de la cumbre de sa Talaia los suelos van haciéndose más profundos y fértiles a medida que desciende la altitud, desde los horizontes superficiales totalmente rocosos de lo alto del puig d'en Serra hasta los aluviales más hondos de la zona central de la venda de es Cubells o de algunos puntos de la de Davall sa Serra.

En la zona de la Flota las pendientes son mayores y la necesidad de suelos fértiles forzó la construcción de bancales, de los que existe una gran densidad. En Cala d'Hort, en cambio, las tierras son más arenosas y, sobre todo en la zona del cabo Blanco, más arcillosas y con unos horizontes superiores con abundancia de pedruscallo, por lo que la fertilidad es menor. También en los acantilados cercanos al núcleo de Es Cubells, cerca del cap Llombí, pueden observarse acumulaciones de arcillas que incluso dan lugar a algún desprendimiento bien visible.

La vegetación natural ocupa una gran parte del territorio porque deben sumarse aquellas tierras que tradicionalmente no han sido muy humanizadas (casi todas las áreas elevadas, a partir de 250 o 300 metros de altitud, así como las cimas de los puigs menores) y aquellas otras que han sido abandonadas a partir del desplazamiento de la fuerza de trabajo hacia las actividades turísticas o en las que se derivan; primero la gente se fue de las zonas menos accesibles o menos productivas y progresivamente casi de todo el resto de zonas agrícolas.

Al finalizar el siglo XX, ya podía observarse como tierras que hasta hacía pocas décadas habían sido trabajadas y eran consideradas de buena calidad ahora estaban abandonadas (es Camp Gran, bancales cercanos a los cauces de los torrentes, algunas áreas del centro de Es Cubells, etc.).

El tipo de vegetación natural predominante, con un porcentaje muy elevado, es el matorral con pinar, habitual en todo el territorio de las Pitiusas: el pino carrasco o borde como árbol principal, con la presencia de un matorral generalmente densa, salvo que la baja calidad del suelo lo impida, con especies como la mata, el romero, el coscoja, el enebro, etc.

Las sabinas también son abundantes, especialmente por los márgenes o en áreas con mucho pedrusco (como Cala d'Hort), acompañadas a menudo de almohadillas de frígola. También nace una rica vegetación autóctona, interesante porque corresponde a lugares especiales, como los fondos de torrente (aulaga, mirto, madroño —sobre todo en el torrente de ses Sitges—, guindillas...), los corteserrados y áreas rocosas de las cimas de las colinas (hierba de los lunetos, faronia, révola de peña, col de peña...).

Cabe señalar que en el área de Es Vedrà, en el puig des Savinar y en es cap des Es Jueu se encuentran algunas especies endémicas o que en las Pitiusas se encuentran en muy pocas áreas (algunas son exclusivas de este lugar), como la silene de Ifach, la saxífraga, la apérula de Pablo, la bufera arbustiva, la cefalaria baleárica o el palmero (palmito).

HISTORIA
El nombre de Es Cubells, como lugar geográfico, ya se encuentra mencionado en la Resunta histórica del padre Gayetano de Mallorca y en el posterior trabajo de José Vargas Ponce, la Descripción de las Islas Pithiusas y Baleares (1787). Este autor, al reseñar las costas de Portmany, afirma que comienzan en el puerto de Portmany y terminan “en el Cabells”, palabras con las que, sin duda, quería decir es Cubells.

Mucho anteriormente, la documentación menciona a Cubells como antropónimo: durante los s XV-XVI vivía en Ibiza la familia Cubells, de la que hay que creer que se originó el nombre de lugar. Marc Cubells y su esposa, Jaumeta, vendieron un molino de viento a Francesc Vidal en 1465. Nicolau Cubells fue un beneficiado de Santa María en 1529, época en la que una mujer llamada Cubells vivía en Portmany.

En 1854 el carmelita catalán Francesc Palau i Quer fue desterrado de Barcelona a Ibiza por razones políticas. Este hecho fue la causa de que poco después el lugar de Es Cubells fuera conocido en toda Ibiza y Formentera. El padre Palau, nombre con el que lo han conocido normalmente los isleños, se instaló en es Cubells donde fue en busca de un lugar tranquilo. La proximidad del islote de Es Vedrà, donde pudo pasar largas temporadas, fue también para él una bendición.

No había pasado un año desde su llegada, cuando el padre Palau emprendió la construcción de una capillita en es Cubells, dedicada a la Virgen del Carmen, para servicio propio y de la pequeña comunidad que le acompañaba. Durante su estancia y después, el padre Palau también predicó misiones parroquiales en varios lugares de las islas de Ibiza y Formentera, durante las cuales promovió especialmente la devoción a la Virgen del Carmen des Cubells.

Pocos años después, cuando él ya se había ido de Ibiza, algunos de los acompañantes, que eran unas personas sencillas, llamadas popularmente “los penitentes de Es Cubells”, permanecieron en la ermita, a la que empezaron a ir con mucha frecuencia numerosas personas, especialmente para cumplir promesas a la Virgen del Carmen. Francisco Palau fue declarado beato en 1988.

En 1867 fue a es Cubells el archiduque Luis Salvador, y desde detrás la capillita describió magníficamente el lugar: “Parece que no es posible encontrar en todo el mundo otro lugar más propio para la contemplación de la grandeza de Dios . Aquí no se oye más que el canto de algún pájaro o el susurro suave del agua que brota de una oscura cueva y riega las solanas cultivadas. Se podrían pasar horas y horas, contemplando el mar lleno de secretos y los veleros que pasan decididos en su camino. Muchos hombres y mujeres de toda la isla van de vez en cuando a Cubells, a veces en peregrinación o en cumplimiento de promesas. Todos llevan presentes, que suelen ser víveres, para cambiarlos por consejos o consuelos en las penas. El regreso a su casa es alegre, aligerados de penas y de algún dinero que dejan con agrado para que se pueda acabar la capilla, cuyas obras así se van completando, poco a poco, pero de forma definitiva”.

Una litografía que elaboró ​​el mencionado visitante muestra la iglesia y la costa, y una lámina en color recuerda el huerto regado por la fuente que el pueblo había empezado a llamar fuente del padre Palau, cuya agua todo el mundo apreciaba mucho. En 1867, el plan parroquial del vicario capitular Rafael Oliver Ribes preveía la necesidad de construir un oratorio público en la parroquia de Sant Josep, en la banda de Es Cubells, llamada por él plan de Palau, pero no decía nada de la capilla del padre Palau, hecha pocos años antes, que pertenecía a los Hermanos Carmelitanos Terciarios de la Enseñanza.

En 1928, al llegar a Ibiza el obispo administrador apostólico Salvi Huix Miralpeix, después de visitar las parroquias, se dio cuenta de la necesidad que existía de instituir una en es Cubells la cual, una vez creada en 1933, fue dedicada a la mencionada advocación de la Virgen del Carmen, y que fue templo provisional de la parroquia la capillita del padre Palau.
Como término parroquial, se tomaron los alrededores de Es Cubells y otros lugares de su alrededor que pertenecían a las parroquias de San José y de San Francisco de Paula: Cala d'Hort, Cas Marins, la Flota y Davall sa Serra, que fueron puestos como vendas parroquiales, además de la central de Es Cubells.

En 1936 acababa de llegar a Ibiza el administrador apostólico Antoni Cardona Riera y los acontecimientos de la Guerra Civil española señalaron un amargo recuerdo: la ermita del padre Palau fue deshecha y la imagen de la Virgen María desapareció. Sin embargo, el mencionado obispo, que tenía como modelo el santuario menorquín del Toro —desde 1927 había sido coadjutor del obispo de Menorca—, emprendió el proyecto de convertir a Cubells en una parroquia similar al citado santuario. En 1941 el proyecto de obra fue del arquitecto mallorquín Rafel Llabrés. La capillita quedó incluida en el templo como presbiterio.

Empezadas las obras, en 1956 tuvieron que permanecer en reposo porque los Hermanos Terciarios Carmelitanos, que vivían fuera de Ibiza, se opusieron frontalmente. Cuando se tuvo noticia de que había muerto el último miembro de esa comunidad, el obispo volvió a reanudar la obra. Al mismo tiempo se abría un expediente ante la Santa Sede que fue largo e infructuoso con el que se creía que la diócesis de Ibiza debía permanecer propietaria, aunque esto nunca llegó a definirse. El pequeño templo y las tierras pasaron a la Santa Sede y el obispado sólo fue administrador. En 1957 fue inaugurada la nueva iglesia, aunque las obras terminaron un año después.

Un poco más arriba, en tierras dadas por la familia de Ca s'Àngel, fue construido el edificio que inicialmente se concebía como seminario de verano, según la moda de aquel tiempo, después convertido en casa de espiritualidad Santa Teresa, donde el obispo Antoni Cardona Riera pensaba pasar los últimos años de su vida.

(EEiF) Joan Carles Clapés Tur [JCcT], Maurici Cuesta i Labèrnia [MCL], Joan Marí Cardona [JMC], Vicent Marí Serra [VMS], Josep Antoni Prats Serra [JPS]
Imagen superior:
Cala Llentrisca
Foto: Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

Es Cubells: Monumento a los marineros
Foto: Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

Ses Boques, es Cubells, Sant Josep
Foto: Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

Playa de es Cubells
Foto: Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

Vista desde caseta varadero en es Cubells
Foto: Ajuntamente de Sant Josep de sa Talaia

Vista aérea del Pueblo de es Cubells
Foto: Varios red

Iglesia de es Cubells
Foto: Ajuntamente de Sant Josep de sa Talaia