La Prehistoria en Ibiza
Parte Segunda (I)

La reciente datación del nivel inferior del puig de ses Torretes entre final del III y el inicio del II milenio aC, en un lapso máximo de entre 2110 y 1936 aC (UtC 8319), proporciona la siguiente referencia para situar la segunda gran fase del proceso de poblamiento de la isla de Ibiza.

La fecha obtenida, en un nivel donde se documentó actividad metalúrgica, permite situar esta fase en el período llamado Eneolítico o Calcolítico. También recibe el nombre de Edad del Cobre, y es un período de la prehistoria ubicado entre el Neolítico y la Edad de Bronce.

EL ARRAIGO DE UN POBLAMIENTO ESTABLE
En función de los datos actuales, puede proponerse que este período en las Pitiusas se extendería entre aproximadamente el 2100 y el 1600 a. Las evidencias arqueológicas que pueden situarse, aunque todavía escasas, no parecen ofrecer ninguna duda de que ya no se trata de una fase de frecuentaciones ni de colonización, sino de un verdadero poblamiento que se ha asentado de forma estable en Ibiza y Formentera, desarrollando una economía productiva, que arraigó en lo alto del territorio hasta el punto de levantar sepulcros monumentales para algunos de sus miembros (ca na Costa) p.e.).

Es, justamente, durante el Eneolítico cuando se evidencia en Mallorca (donde este período se data entre 2500 y 1750 aC) un cierto crecimiento y expansión del poblamiento, manifestado en un mayor número de yacimientos, que al mismo tiempo están más esparcidos por el territorio de la isla.

Incluso se ha propuesto que en ese período, que ha sido materialmente caracterizado por la cerámica con decoración incisa de estilo campaniforme, se habría producido la llegada a Mallorca de nuevos pobladores extrainsulares que se añadirían al poblamiento autóctono neolítico.
Sintomáticamente, es también en ese mismo período, a finales del III milenio aC, cuando se tienen evidencias bastante fehacientes, recientemente descubiertas, del primer poblamiento en la isla de Menorca.

Se desconocen los efectos que pudieran tener en su medio natural las frecuentaciones y/o los intentos previos de colonización de Ibiza; en cualquier caso, es lógico razonar que a partir de entonces la presencia estable de un poblamiento humano debió desencadenar su definitiva transformación en un medio antropizado.

La vivienda al aire libre en este período está por ahora documentada sólo en el puig de ses Torretes. Este yacimiento es situado en el puig de este nombre, el cual forma parte de una pequeña cresta montañosa, popularmente conocida como es Castellar, que cierra cala Llonga por el lado S. Se sitúa, por tanto, a levante de la isla, en el término municipal de Santa Eulalia del Río.

La situación del yacimiento y la topografía del sitio parecen reflejar una preocupación por escoger una ubicación estratégica, con un excelente control sobre su entorno marítimo-terrestre y fácilmente defendible.

En cualquier caso, dentro de su área potencial de captación de recursos, que es fundamentalmente el valle de Cala Llonga y las cordilleras que lo rodean, existen tierras aptas para el cultivo en el fondo del valle, mientras que las montañas, cubiertas por bosque de pino y matorral característico del paisaje ibicenco, podrían constituir una zona apta de pastos para rebaños, sobre todo cápridos.

Igualmente, desde la cala se tiene un fácil acceso al mar y a los recursos marítimos y pesqueros, de los que, como viene siendo habitual, por ahora sólo la recolección de marisco está documentada a través de la fauna malacológica hallada en el yacimiento.

Los hallazgos datados en este período se produjeron en la excavación del año 1986, de la construcción identificada como 0.01, en el nivel 3, por debajo de ella, que evidencia una ocupación del puesto anterior a la mencionada construcción.

(EEiF) Enciclopedia de Eivissa y Formentera
Benjamín Costa Ribas [BCR]

S'Argentera. Vista panorámica de la zona de explotación al pie del monte después de la limpieza al finalizar la campaña en Mayo 2014
Foto: Marcus Heinrich Hermanns (Las minas de S'Argentera)

La Prehistoria en Ibiza
Parte Segunda (II)

Del pequeño conjunto de materiales encontrados en este tercer nivel, además de varios fragmentos de cerámica y huesos de fauna, cabe destacar una pequeña dena de collar de forma bicónica, hecha de una piedra blanca muy dura; una pequeña pieza metálica, de forma hemisférica, con un pequeño tallo o apéndice en la cara inferior, y, por último, escorias y gotas de fundición de metal asociadas a los restos de un pequeño fuego, parcialmente cubiertas por una gran losa plana de caliza local, que tal vez, levantada mediante un palo, actuaba de biombo.

También, por debajo del umbral del corredor de la cabaña del nivel superior, se descubrieron dos cavidades elípticas, recortadas artificialmente en la roca madre, rellenas con tierra y piedras, en cuya parte superior había un fragmento de molino de piedra arenisca en cada una de ellas.

El análisis del pequeño objeto metálico ha revelado una aleación sorprendente, con una altísima proporción de plomo, que sobrepasa el 57%, mientras que el cobre no llega al 41%, si bien cabe resaltar la presencia de poco más de un 1% de estaño. Esta exagerada presencia de plomo en la aleación resulta extraña en un contexto tan antiguo, ya que en Occidente europeo la introducción de cantidades importantes de plomo —que habitualmente no sobrepasan el 35% en las aleaciones metálicas— es un fenómeno tardío , que deviene habitual en la metalurgia del bronce final ( bronce, edad del). Desde un punto de vista técnico, podría explicarse como una forma de abaratar el producto, utilizando un metal más fácilmente obtenidor, que a su vez permitía una fusión a temperaturas más bajas y un más fácil modelado de las piezas.

Pero además de razones técnicas, es también muy probable que este atípico predominio del plomo en una fecha tan antigua pudiera ser causado por las dificultades de abastecimiento de cobre. Es verosímil que la progresiva generalización de la metalurgia pudiera provocar dificultades para su obtención en determinados lugares, alejados de las áreas productoras y excéntricas respecto a las vías por las que habitualmente circulaba el metal, como seguramente eran islas pequeñas como Ibiza e incluso el resto de Baleares. Y este hecho, quizás, llevaría a paliar la escasez de cobre con otros metales más al alcance.

Esto lleva a plantear la posibilidad de que la pieza pueda ser un producto local, porque en Ibiza el único yacimiento metalífero que existe son las llamadas minas de s'Argentera, unos 8 km al norte del yacimiento, donde justamente puede obtenerse plomo.

Aparte de la pieza metálica del puig de ses Torretes, sólo hay otro elemento metálico en Ibiza que hipotéticamente pueda atribuirse a este período, en este caso por razones tipológicas, ya que fue hallado a principio del siglo XX y se desconoce su contexto de origen; es un utensilio cortante que responde a un modelo antiguo, el cual puede ser definido como un puñal de lengüeta, dado que presenta una hoja de forma triangular, con el extremo proximal en forma de lengüeta corta de bordes cóncavos, formada por un estrangulamiento de la lámina.

El análisis del puñal ha mostrado que se trata de cobre con un pequeño porcentaje del 1,76% de arsénico. Su morfología y técnica de fabricación recuerdan a los de los contextos campaniformes, si bien este ejemplar ibicenco se diferencia claramente por sus pequeñas dimensiones y por su forma mucho más triangular. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este modelo, sobre todo en contextos marginales como las Islas, puede haber conocido una cierta perduración hasta la edad del Bronce.

También algunos materiales cerámicos de la cueva de Es Culleram, en el NE de Ibiza, pueden ser atribuidos al Eneolítico sobre la base de criterios de pasta y tipología. Se trata de algunas asas perforadas, algunos cuencos y vasos globulares con pequeño borde exvasada de pastas bien depuradas con desengrasante muy fino y cocción reductora, así como de algunos cuencos con superficies espatuladas y bruñidas. Pero existen, sin embargo, otros materiales de este yacimiento que parecen ser mucho más tardíos.

(EEiF) Enciclopedia de Eivissa y Formentera
Benjamín Costa Ribas [BCR]

Vista desde el puig de ses Torretes
Foto: Christine (komoot)

La Prehistoria en Ibiza
Parte Segunda (III)

En cuanto a la economía de los grupos ibicencos del Eneolítico, tenemos en primer lugar evidencias en el nivel 3 del puig de ses Torretes de unos pocos restos óseos de fauna doméstica, todavía pendientes de estudio pero en los que se identifican huesos de ovicaprinos y bóvidos, que indican la práctica de ganadería. Existe cierta unanimidad en considerar que las poblaciones prehistóricas del archipiélago balear basaban su producción en la ganadería.

Sin embargo, es necesario ser conscientes de que no podía tratarse de un sistema económico exclusivamente ganadero. La ganadería exige grandes superficies, dado que en cierto plazo los pastos se agotan, y en un territorio tan limitado como el ibicenco no puede plantearse el recurso de la trashumancia.
Por otro lado, la ganadería suele estar asociada a prácticas de agricultura extensiva que no está todavía documentada, dado que los numerosos molinos hallados en la superficie del puig de ses Torretes pueden ser de la fase más moderna del yacimiento y que la infraestructura de molienda documentada en las balsas excavadas en la roca con un molino de piedra arenisca cada una, no necesariamente debe asociarse a la transformación de cereales. No es descartable que se relacionara con la actividad metalúrgica documentada en el primer nivel de empleo.

Si la única datación hasta ahora obtenida de este nivel 3 del puig de ses Torretes se confirma definitivamente como válida, en este período Eneolítico está también documentada la práctica de la metalurgia. En cualquier caso, aparte del botón o aplique -que ya se ha dicho que podría ser una producción local-, se desconoce qué tipo de objetos se manufacturaban.

Sin embargo, cabe suponer que esta producción local debía ser muy reducida y probablemente no destinada a fabricar utensilios para la producción —para la que se necesitarían cantidades importantes de metal—, sino más bien elementos que, dada su escasez, se convertirían en objetos de prestigio para su poseedor.

Éste era seguramente el carácter del puñalet de lengüeta, del que por ahora no es posible saber si era una pieza importada, como parece más probable, o se trata también de una manufactura local, pero que de cualquier modo, dada su buena factura , deviene una pieza verdaderamente excepcional en el contexto de la cultura material de este período en las Pitiusas.

Estos elementos metálicos son importantes porque —junto con otros elementos cerámicos, líticos y óseos—, constituyen el principal testimonio de contactos con el exterior, dada la carencia de metales en las Pitiusas, excepto s'Argentera. Esto nos demuestra que el poblamiento eneolítico de Ibiza y Formentera, no constituyó una organización social cerrada en sí misma ni en situación de aislamiento.

Hay que considerar, pues, la existencia de intercambios con comunidades de fuera de las Pitiusas sobre la base de relaciones de solidaridad y reciprocidad, en las que seguramente no sólo deba incluirse el intercambio de productos, sino quizás también exogamia matrimonial, que podría haber sido un recurso fundamental para evitar los problemas de la excesiva consanguinidad propia de un poblamiento reducido. La geografía y el sentido común indican que las regiones con las que más frecuente y regularmente se relacionarían los grupos pitiusos debían de ser las otras islas del archipiélago balear, sobre todo Mallorca, y las costas del levante peninsular.

En conjunto, todas estas consideraciones sugieren una sociedad de carácter no jerarquizado y con una economía doméstica de subsistencia, de base principalmente ganadera, en la que la posición social seguramente venía determinada por la división de roles por la edad y probablemente también por el sexo y donde, presumiblemente, las relaciones de parentesco vertebraban la estructura del grupo y las relaciones sociales.

(EEiF) Enciclopedia de Eivissa y Formentera
Benjamín Costa Ribas [BCR]

S'Argentera. Lucernario de època indeterminada en una galeria del sistema G5 / G6.
Foto: Marcus Heinrich Hermanns (Las minas de S'Argentera)

Formaciones rocosas trabajadas localizadas al pie del Puig de s’Argentera
Foto: Marcus Heinrich Hermanns

Excavación del puig de ses Torretes: Cabaña de planta casi circular
Foto: Benjamí Costa Ribas

Panorámica desde el puig de ses Torretes
Foto: Bego (komoot)