La Emprendada (I)

Reciben el nombre de Emprendada los conjuntos de joyas que lucen las campesinas (payesas) sobre el pecho con los vestidos de carácter festivo y ceremonial, hechas de coral y plata, de oro o incluso de otros materiales.
En los años en que todavía estaban vigentes todos los contenidos simbólicos del mundo tradicional, las emprendadas no sólo contribuían a resaltar la belleza de las chicas en edad de noviazgo —cuando suponía para ellas un atributo de la propia juventud— sino que también subrayaban con nota de gravedad la profunda religiosidad de las bodas.

Aún a principios del siglo XXI estos originales pectorales resultan imprescindibles en la escenificación de determinadas manifestaciones populares como las danzas, subrayando con fuerza su sensación atávica y la aparente y densa atmósfera ancestral que las rodea. Además, siguen otorgando una singular vistosidad a todas aquellas procesiones en las que las jóvenes portadoras honran así a la Virgen María, que no es extraño que de este modo también enriquezca su propia talla.

Históricamente se han distinguido dos tipos de emprendadas, según el material del que han sido hechas:

🟠 Emprendada de plata y coral. Esta emprendada responde a la disposición sobre el pecho de varios rosarios o sólo de uno, en este último caso seguramente ya concebido expresamente para su uso como pectoral (a efectos de estudio las emprendadas se han denominado de tipo acumulativo o elaborado , respectivamente). Además, en la acumulación de la primera se ha documentado la participación de hilos de coral y de otras materias -como nácar o vidrio-, conocidos de forma genérica con el nombre de "agustinadas". Tanto en una como en otra modalidad puede añadirse una joya de plata.

Ambas emprendadas son, al menos a principios del siglo XXI, exclusivas de la gonella negra; es decir, del traje femenino más antiguo que se conserva. En la primera opción —probablemente la más antigua— uno de los rosarios suele hacerse colgar del cuello, mientras los demás van de hombro a hombro y caen sobre el mantón hasta cubrirlo, como un escudo mágico y religioso; muy especialmente si se unen las agustinadas.

Cuando la sencilla acumulación de los rosarios se sustituye por la presencia de sólo uno, éste ya muestra un desarrollo inferior, que parece pensado y elaborado expresamente para disponerse de forma vertical desde el cuello, como si fuera un eje sagrado en el centro del pecho . Esto es, de forma similar a como ocurre en la primera modalidad, en el rosario que ocupa el espacio central.

En la emprendada elaborada, la malla de plata y forma triangular, a modo de corazón, que cierra en círculo la sucesión de casas o denes, queda a nivel del escote, sirviendo de punto de partida a los tres órdenes (cruz, estrella y corona-cruz) que le suceden y con los que se estructura el bajo del rosario, al parecer diseño del siglo XVIII.

(EEiF) Maria Magdalena Mateu Prats [LMP]
Imagen superior:
Mujer con joyas típicas: emprendada y anillos
Foto: Varios red

La Emprendada (II)

Unos granos de plata y coral dan forma a la cruz, o primer orden, con una roseta de plata y cabeza de cristal en el centro. Las mismas rosetas presentes en el interior de la estrella y en cada uno de sus ocho brazos, que así muestran la alternancia de cabujones (piedras preciosas pulimentadas y no talladas), de forma convexa verdes y rojos, como si de esmeraldas y rubíes se tratara, según el mismo gusto ornamental del siglo XVIII .

La corona que encabeza la cruz, o tercero y último cuerpo, a veces tiene la cúspide en forma de "arco conopial" (*) y se desarrolla con semicírculo, ya que está pensada para ser vista sólo por delante. Por último, de la cruz o "santcristo" cuelgan otras crucetas que, con su temblor, le dan movimiento.
(*) El arco conopial es un tipo de arco algo apuntado, pero que tiene una escotadura en la clave, de modo que esta tiene un vértice hacia arriba.​ Se encuentra formado por dos arcos de cuarto de circunferencia cóncavos en los arranques y dos convexos.

Este eje sagrado puede alargarse visualmente añadiendo otro elemento religioso llamado joya, que se hace colgar de una larga cadena, dispuesta a modo de collar.

Esta joya, rodeada de plata, es una especie de relicario que se ha documentado en otros lugares como relicario de vidrieras, por los cristales que protegen las estampas religiosas presentes en cada una de sus dos caras.

🟠 Emprendada de oro, constituida por unas bóvedas de collar y de cordoncillo (con las agujas correspondientes para tomarse en el mantón), así como por el conjunto religioso de su cruz, al que puede añadirse, como ideal de grupo, el de la joya.
En emprendadas realmente excepcionales se puede llevar también el direccion; todo en función de la diversa capacidad económica o nivel social.

Esta emprendada se lleva tanto con la gonella de "estameña" (*) negra, como con el vestido blanco y el de color. El collar está constituido por la sucesión de grandes bitroncocónicos vacíos, que popularmente se conocen con el nombre de trigos. Este collar se sujeta al mantón por unos lazos, piñas de cintas o escarapelas sobre los hombros.
(*) La estameña, tradicionalmente, era una especie de tejido, de lana, sencillo y ordinario (del latín staminea, de estambre, por ser de estambre, la urdimbre y trama de esta tela). También se conoce como «tejido de lana o estambre».

El cordoncillo es una compacta cadena de oro y eslabones aparentemente configurados por dos lentejuelas, soldadas de forma perpendicular entre ellas, a lo largo del diámetro común.

Por su sujeción son características unas agujas, de diferentes formas, que suelen presentar anillas con la función de pasador, a fin de que el cordoncillo las atraviese, yendo en zigzag de un lado a otro.

(EEiF) Maria Magdalena Mateu Prats [LMP]
Imagen superior:
Mujer con traje típico y emprendada sencilla
Foto: Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

La Emprendada (III)

El collar, generalmente de dos o tres vueltas, prácticamente enmarca todo el pectoral, hasta la cintura. El cordoncillo, por su parte, cubre materialmente de oro el pecho, en numerosos tramos concéntricos. En emprendadas perfectamente configuradas, uno y otro constituyen el cuerpo superior, por debajo del cual van dispuestos los conjuntos religiosos de la cruz y la alegría.

Éstos ocupan verticalmente el centro del pecho, cada uno de ellos con tres órdenes o cuerpos, de forma similar a como hace el bajo del rosario en la emprendada de plata y coral. La cruz usualmente cuelga de un collar. Su primer cuerpo es una lámina de oro que presenta el perfil de un águila bicéfala.

El segundo orden vuelve a ser la corona que encabeza la cruz, y ésta, o "santcristo", el tercer o último cuerpo.

Todo este conjunto también puede enriquecerse visualmente empotrando cajones de vidrio o con rosetas realizadas exclusivamente de oro. Son varios los colgantes que pueden caer, especialmente de los brazos de la cruz.

El conjunto de la alegría igualmente se hace colgar del cuello, aquí mediante una cinta o cadena, aproximadamente de la misma longitud que la del conjunto de la cruz. De este modo, la cruz de filigrana o primer orden, del conjunto de la alegría, parte del punto donde termina ese otro, pareciendo la propia continuación.

La corona, o segundo orden, es similar a las ya reseñadas, y la alegría propiamente dicha aparece ahora rodeada de un hermoso trabajo de filigrana, sobre el que de nuevo destacan las rosetas.

En algunas emprendadas excepcionales aparece, justo sobre el corazón, una pieza de dos órdenes, como ya fue corriendo en el siglo XIX. Se conoce con el nombre de dirección y se trata de una cruz de oro, precedida de un botón denominado castillo, todo cubierto materialmente de pedrería.
Alguna pieza-testigo a “uso de ciudadanos” muestra zafiros blancos empotrados, a pesar de que en documentos relativos al campo se insiste en la calidad ordinaria de sus piedras, así como en su asociación con un limitado tipo de joyas.

Como complemento, las emprendadas iban unidas a una rica botonadura, destinada a adornar las mangas y, además, a los pendientes y anillos.

En este último caso eran regalo del novio a la prometida, con valor simbólico y como claro reflejo de su nivel económico.

Así, estos anillos prácticamente podían llegar a cubrir casi todos los dedos de las campesinas; eran características en ellos unas cadenetas con diminutos colgantes en forma de clavo y triángulo invertido a corazón, de claro contenido erótico. [LMP]

(EEiF) Maria Magdalena Mateu Prats [LMP]
Imagen superior:
Emprendada sobre vestido y mantón
Foto: Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

Detalle de emprendada y anillos
Foto: IbizaTravel (Portal Oficial de Turismo de Ibiza)

Pareja de Ball Pagés (baile payés)
Foto: IbizaTravel (Portal Oficial de Turismo de Ibiza)

Exposición emprendada de oro
Foto: Varios red