Ronda de Calvi, Ibiza

... Giovanni Battista Calvi ...


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El portal Nou, que forma parte de las murallas renacentistas que diseñó Gianbattista Calvi

Ronda de Calvi (I)

La Ronda de Calvi es un tramo de la vía de circunvalación que permite rodear casi la totalidad de las murallas renacentistas por su parte interior; está situado entre los baluartes de Sant Pere o del Portal Nou y el de Sant Jaume. El Ayuntamiento de Ibiza le dio ese nombre en honor del ingeniero militar italiano al servicio de la corona española que diseñó el primer proyecto de la fortificación renacentista, Giovanni Battista Calvi (*). Al tratar de fortificaciones, las rondas o caminos de ronda eran las vías de acceso arrancadas a los parapetos de las murallas que permitían el paso de las tropas defensoras y de la artillería allá donde eran necesarias por causa de un ataque.

(*) Giovanni Battista Calvi
El 11 de noviembre de 1554, llegó al puerto de la villa de Ibiza. Proyectó la fortificación de la villa siguiendo, en esencia, el trazado de las antiguas vallas medievales, y ésta quedó definida por una estructura formada por seis baluartes y muros altos, gruesos y terraplenados con parapetos, y amplias plataformas adecuadas para la introducción de artillería, que sustituye a las murallas medievales indefensas e inservibles debido al cambio de las técnicas de combate y el uso de armas de fuego desde el s XIV. Una vez resueltos los problemas de financiación y de mano de obra, comenzó la obra a principios de enero de 1555, según informó a la princesa gobernadora en una carta que llevaba fecha del 10 de enero de ese año, donde también se notificaba el estado de las murallas medievales, que encontró muy débiles e inservibles. También le enviaba un croquis, la traza y el memorial del nuevo proyecto que había puesto en marcha. También se ocupó de reconocer las necesidades defensivas de la isla y aconsejó la construcción de algunas torres para defender los puertos principales, y fortalecer y reedificar la iglesia de Santa Eulària.

La princesa gobernadora, en una carta con fecha del 17 de febrero, le ordenó trasladarse a Menorca. Antes de partir dejó encargado de la obra el maestro mayor Antoni Jaume, e informó a la Corona de que se habían iniciado los tres baluartes más importantes para la defensa de Ibiza, y que los otros tres los dejaba marcados con estacas para evitar errores en la edificación. El 15 de marzo de 1555 abandonó la isla de Ibiza con rumbo a Menorca, pero, de paso, se detuvo en Mallorca, informó a la princesa sobre el estado de la muralla de Palma y le aconsejó la construcción de un castillo . Además, se excusó de no haber podido pasar por Formentera, puesto que las costas eran amenazadas por embarcaciones enemigas.

(EEiF) Ángeles Martín Parrilla [AMP], Josep Antoni Prats Serra [JPS]

En el terreno ocupado y cercano a esta ronda se realizaron, entre 1991 y 1995, una serie de campañas de excavaciones arqueológicas promovidas por el Ayuntamiento de Ibiza, patrocinadas por la Unión Europea y dirigidas por R. Gurrea Barricarte y A. Martín Parrilla, cuyos resultados fueron publicados en el Boletín de arqueología medieval núm. 11 de 1997. Estas excavaciones permitieron el estudio de diversas partes de la fortificación medieval, de algunas casas que se adosaban interiormente y de la técnica constructiva utilizada en el tramo inmediato de la muralla renacentista.

(EEiF) Antoni Ferrer Abárzuza [AFA]
Imagen superior:
El portal Nou, que forma parte de las murallas renacentistas que diseñó Gianbattista Calvi
Foto: Francesca Tur Riera

El Baluarte de Santa Llúcia, al atardecer Baluarte de Sant Jaume

Ronda de Calvi (II)

En concreto, en cuanto a la muralla medieval, se documentaron las torres que A. Costa Ramon bautizó, a partir de los planos conocidos con el nombre de Il retratto grande della fortezza de Iviça y la Traça de Iviça, como torres XXV y XXVI y los lienzos o cortinas de muralla que las unen. La muralla proyectada por Calvi seguía el perímetro de los muros medievales pero ganando frente a aquellos unos metros; al realizar las excavaciones apareció la muralla que desde la Almudaina descendía hacia el Raval; esta muralla estaba dotada de torres defensivas.

La primera torre, la más cercana a la Almudaina, era la XXVI, que una vez excavada ha resultado tener una planta rectangular de 9,5 m de largo y 7,8 m de ancho, mientras que la altura máxima visible es de casi tres metros. Tuvo dos plantas y los muros son de tapia con reparaciones de piedra caliza. La planta inferior apareció compartimentada en dos ámbitos, uno mucho mayor que el otro, por un muro de piedra; en el de mayor superficie se documentó un silo excavado en el suelo de la torre. El más pequeño era independiente del otro y se accedía desde intramuros por una apertura practicada al grosor de la tapia de la muralla. La planta superior tenía el piso sobre un envigado soportado por una arcada que cruzaba longitudinalmente la torre; las dovelas aparecieron en el derribo interior de la torre y cabe destacar dos que presentaban decoración: en una fue esculpido un escudo heráldico atribuido al propio de la ciudad de Girona y en otra se representaron tres rosetas. Esta misma planta superior conserva en el muro frontal dos aspilleras y la puerta que comunicaba con el andador o caminal de la muralla.

Las excavadoras consideran que esta torre fue edificada en el siglo X o en el XI y posteriormente habría sido reformada hasta mediados del siglo XVI, cuando las obras de la fortificación diseñada por Calvi las dejó fuera de servicio e inutilizadas.

El lienzo de muralla que une esta torre XXVI con la XXV es de tapia, aunque presenta numerosas e importantes reparaciones hechas con piedra caliza y mortero, así mismo conserva restos del enlucido de mezcla de cal que debía cubrir todo el aparato de la muralla. Esta cortina tiene una longitud de 23,2 m y conserva una altura visible de varios metros.

La torre XXV es también rectangular, de 8,4 m en su lado largo y 5,8 en el más ancho, cuya altura máxima conservada alcanza los 7,9 m. Los muros, de 1,6 m de ancho, están hechos de piedra caliza colocada en hileras regulares y atadas con argamasa de cal y arena. Los muros laterales de la torre se adosan a la muralla de tapia. Como la anterior, esta torre tenía dos plantas: la inferior conserva quince aspilleras abiertas simétricamente a diferentes alturas de los tres muros perimetrales exteriores y concentradas especialmente en las esquinas de la torre.

El acceso a esta planta se hacía desde intramuros mediante una abertura practicada al grosor de la muralla de tapia y bajando unos escalones. La planta superior tenía el suelo sobre un envigado soportado por ménsulas de piedra empotradas en el muro de la torre.

(EEiF) Antoni Ferrer Abárzuza [AFA]
Imágenes superiores:
El Baluarte de Santa Llúcia, al atardecer
Baluarte de Sant Jaume
Fotos: Ajuntament d'Eivissa

Orejón del primitivo baluarte de Sant Joan, diseñado por Gianbattista Calvi, en la actual plaza de Vila

Ronda de Calvi (III)

Este ámbito superior conserva también el sistema de cubrición y sustentación del suelo de la plataforma de la torre, consistente en una arcada situada en el centro de la estancia y que la cruzaba longitudinalmente; sobre ella debieron asentarse las vigas de la cubierta.

Esta estancia presenta una única aspillera situada en medio del muro frontal; el acceso a esta planta superior de la torre se hacía mediante una escalera de piedra que permitía ganar la altura en la que se situaba un arco de dovelas de piedra viva que llevaba al interior del elemento defensivo de que se trata.

La cronología de esta torre está situada por sus excavadoras en la época andalusí y consideran que sufrió destrozos a raíz del ataque pisanocatalán de 1114; posteriormente y debido también a las consecuencias de otro evento bélico, el fallado asalto a la villa de Ibiza por parte del ejército del rey de Castilla en 1359, parte de la torre fue macizada y el arco superior mampostería para dividir en dos partes la estancia, la mitad exterior fue también terraplenada.
En la última fase de uso de la torre, ésta fue terraplenada completamente con tierra y piedras.

Por último, las estructuras que se adosan a la cara interior de la muralla lo hacen en el sector de la descrita torre XXV. Las estructuras más antiguas pertenecen a la época andalusí y posteriormente siguen en uso hasta su destrucción ocasionada por las obras de la muralla renacentista.

Se trata de dos aposentos de una misma vivienda. La primera ha sido identificada como la zona de acceso y distribución en el resto de estancias de una casa.

Presenta la entrada al muro norte que se adosa perpendicularmente a la muralla, el ámbito presentaba una arcada que atravesaba longitudinalmente el espacio y servía para apoyar al envigado que soportaba la planta superior testimoniada por los restos de la escalera por la que se subía y desde donde también se tendría acceso a la torre XXV.

Esta escalera se apoya sobre la muralla y sobre el muro que cierra este primer ámbito por el sur, haciendo de medianero con la otra sala puesta al descubierto por las excavaciones.

Es la sala llamada de las pinturas por estar el referido decorado con pinturas murales probablemente hechas en el siglo XV, aunque la cronología del ámbito se remonta al final de la época andalusí.

Es una sala paralela a la anteriormente descrita, y por tanto también adosada a la muralla, que probablemente tenía el acceso hacia ella.

Hay otros restos de contrucciones que se apoyaban contra la muralla de cerca de la villa que dan idea de la densidad y de las características de las construcciones y del estado de la fortificación anterior a la construcción de la muralla renacentista.

(EEiF) Antoni Ferrer Abárzuza [AFA]
Imagen superior:
Orejón del primitivo baluarte de Sant Joan, diseñado por Gianbattista Calvi, en la actual plaza de Vila
Foto: Francesca Tur Riera


La ronda de Gianbattista Calvi, partes de la fortificación medieval de Ibiza

La ronda de Gianbattista Calvi, donde entre 1991 y 1995 se realizaron importantes excavaciones arqueológicas, que permitieron el estudio de diversas partes de la fortificación medieval de Ibiza
Foto: (EEiF)

Cañones en el baluarte de Sant Jaume

Cañones en el baluarte de Sant Jaume
Foto: Ajuntament d'Eivissa

El Portal de Ses Taules, el principal acceso al recinto amurallado de Eivissa

El Portal de Ses Taules, el principal acceso al recinto amurallado de Eivissa
Foto: Ajuntament d'Eivissa


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