Miguel Cayetano Soler y Rabassa (I)

Miquel Gaietà Soler i Rabassa (Palma 1746 - Malagón, Ciudad Real 1809) fue Asesor de la Curia de Gobernación de Ibiza y quizás la figura más representativa de la Ilustración en Ibiza y Formentera.

No está clara su procedencia social. Si bien él alegó siempre que provenía, tanto por parte de padre como de madre, de familias de “cristianos viejos”, probablemente esto se dijo para que pudiera ocupar determinados cargos reservados a clases acomodadas.

En Mallorca estudió con los jesuitas y en 1766 consiguió el bachillerato en cánones y leyes; poco tiempo después, se doctoró en "ambos derechos" (civil y eclesiástico) por la Universidad Literaria de Mallorca.

Pronto se trasladó a la Corte, como abogado del Ayuntamiento de Palma y del Capítulo de la Catedral. Quedó cuatro años y consiguió ocupar diferentes cargos, entre ellos el de “Abogado de los Reales Consejos”, cuando sólo tenía 25 años.

Al regresar a Mallorca se encontró con que los judíos mallorquines habían promovido un memorial ante el rey para que se reconocieran sus derechos como ciudadanos.

Como es de suponer, todas las instituciones mallorquinas estaban en contra, al considerar todavía a los chuetas una clase social inferior, sin apenas derechos. Soler volvió a la Corte, donde presentó un memorial contra los judíos en nombre de las autoridades mallorquinas, pero advirtiendo a sus autores de que las alegaciones que se recogían en el documento iban en contra de las ideas del rey Carlos III, opuesto a marginar sectores sociales.

Después de regresar a Mallorca, empezó a ocupar cargos cada vez más importantes y así en 1775 pasó a ser fiscal de la Intendencia de Mallorca, introduciéndose ya en el mundo de la fiscalidad, que fue su principal dedicación.

(EEiF) Ernest Prats García [EPG]

Imagen superior:
Retrato de Miquel Gaietà Soler i Rabassa, asesor de la Curia de Gobernación de Ibiza (1784-1796)
Foto: Rafael Esteve (commons.wikimedia)

Miguel Cayetano Soler y Rabassa (II)

Una muestra de sus contactos en la Corte fue que influyó en la elección del nuevo obispo de Mallorca, ya que favoreció al candidato más cercano a sus ideas. Siguiendo su carrera en la Intendencia de Mallorca, en 1784 pasó a ser fiscal.

Ese mismo año se trasladó a Ibiza para ocupar el cargo de asesor togado de la Cúria de Gobernación. Si bien su función se limitaba a ayudar al gobernador a tomar decisiones en las causas judiciales, pronto se implicó directamente en todos los proyectos de mejora promovidos por el obispo Manuel Abad y Lasierra.

Así, en 1785, cuando se recibieron del rey instrucciones para crear una Junta de autoridades encargada de redactar diferentes documentos para la mejora de la situación económica de las Pitiusas, Soler se implicó directamente y desde el principio participó, junto con el obispo y el gobernador Juan de Sierra, en la elaboración de los diferentes planes de mejora, elaborados a partir de finales de julio de 1786.

Diez meses después se terminó la elaboración del último, y la Junta de autoridades felicitó a Soler como responsable directo de la redacción de los documentos mencionados.

Al mismo tiempo, el obispo Abad y Lasierra comunicó que, por motivos de salud, dejaba su sede episcopal de Ibiza.

En septiembre de 1789 desde la Corte se comunicó la aprobación de los planes, con unas pocas modificaciones. La anterior Junta de autoridades se convirtió en Junta perpetua de gobierno y asumió la mayor parte de las funciones del ayuntamiento.
Este organismo estaba dirigido por Soler, que se convirtió en la máxima autoridad de la isla, lo que creó un profundo malestar en una parte de la clase dirigente ibicenca.

(EEiF) Ernest Prats García [EPG]

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Pintura: El Motín de Aranjuez (entre el 18 y el 19 de marzo de 1808) por las calles de esta localidad madrileña
Foto: Varios red

Miguel Cayetano Soler y Rabassa (III)

En 1796 fue a la Corte a presentar un informe de todas las actuaciones que se habían realizado hasta entonces y, tras una breve estancia otra vez en Ibiza, se trasladó a Madrid.

De todas formas, siguió haciendo el seguimiento de todo lo que se hacía en nuestras islas, al ser nombrado ministro comisionado para Ibiza y Formentera.

Volvió sólo una vez a Ibiza, para realizar una cabecera que recogía todas las propiedades de nuestras islas, con fines fiscales.

En Madrid formaba parte del Consejo Supremo de Castilla y fue nombrado director secretario del Despacho de Hacienda, cargo equivalente al de ministro.

Su labor fue conflictiva, porque ante el aumento del gasto público se dedicó a realizar un importante aumento de diferentes impuestos, además de crear otros.

Lo más destacable de su trabajo fueron los que se conocen como Interrogatorios del ministro Soler (1800-1802), que pretendían recoger, a partir de un cuestionario, una gran cantidad de información, especialmente de carácter fiscal, de todos los municipios españoles.

Al estallar la guerra del Francés, el 2 de mayo de 1808, Soler, a diferencia de otros ilustrados, no se puso del lado de Napoleón y decidió marcharse hacia Cádiz.

En el pueblo de Malagón (Ciudad Real), fue confundido con un general francés. Al presentarse como ministro de Hacienda, la situación todavía empeoró porque toda la comarca se había visto fuertemente afectada por un impuesto sobre el vino.

El pueblo, enfurecido, lo mató el 17 de mayo de 1809. Hay que decir que algunas fuentes sitúan su muerte justo un año antes. [EPG]

(EEiF) Ernest Prats García [EPG]

Imagen superior:
Manuel Godoy y Álvarez de Faria. Noble y político español, favorito y primer ministro de Carlos IV (1792 y 1798)
Foto: Varios red

Imagen de la época del Palacio Real de Aranjuez (Madrid), erigido por orden de Felipe II
Foto: Varios red

Los fusilamientos del 2 de Mayo (Guerra de la Independencia). Pintura de Goya
Foto: Varios red

Carlos IV de España, «el Cazador», rey de España (14 de diciembre 1788 - 19 de marzo de 1808)
Foto: Varios red