Joan Marí Cardona (I)

Joan Marí Cardona (San Rafael de sa Creu 1925 — Ibiza 2002) nació el 19 de octubre de 1925, hijo de Vicent Marí Arabí “Marge” y de Antonia Cardona Ribas “Parent”, ambos campesinos de San Rafael. Fue conocido con el mote o sobrenombre “Batlès” debido a que su madre heredó la finca de este nombre, situada en Sant Rafel, en la venda de Forca, de un tío de linaje Arabí.

Aprendió las primeras letras en la escuela del pueblo y pasó después, en 1938, al Seminario Conciliar de Ibiza, entonces dirigido por Mn. Vicent Serra Orvay. Como seminarista conoció a Mn. Isidor Macabich, personalidad que debía tener una influencia poderosa sobre el joven Marí Cardona. Posteriormente, pasó al Seminario de Valencia, donde cursó el ciclo de humanidades, que se centraba en el aprendizaje profundizado de la lengua latina, estudió filosofía y se inició en la teología. Pasó un tiempo en el Seminario de Mallorca y, finalmente, culminó su carrera en la Universidad Pontificia de Salamanca.

Fue ordenado sacerdote en 1949, pero continuó en Salamanca ocupado en el estudio de lenguas clásicas, fundamentalmente la lengua griega.

Interrumpió estos estudios porque pasó a ocupar la rectoría de la parroquia ibicenca de San Carlos, que había quedado vacante y de la que fue ecónomo entre 1950 y 1952. Durante su estancia en la iglesia de Peralta promovió una variada actividad cultural y de ocio. En 1949 se restauró la diócesis de Ibiza ya raíz de esto se aumentó el número de canónigos del capítulo catedralicio. El hasta entonces administrador apostólico, el obispo Antoni Cardona Riera “Frit”, pasó a ser obispo de Ibiza. En la misma reordenación de la jerarquía eclesiástica ebusitana, Isidoro Macabich dejó vacante la plaza de canónigo archivero porque fue promocionado a la dignidad de archidiácono (el archidiácono era el diácono principal de una iglesia. Aparecen a partir del siglo II, en las primeras comunidades cristianas, como ayudantes escogidos por el propio obispo.); entonces J. Marí Cardona fue convencido de presentarse a la oposición a aquella canonjía. Fue investido de la dignidad de canónigo archivero en 1952.

Al mismo tiempo, pasó a formar parte del equipo docente del Seminario Conciliar de Ibiza, donde impartió clases de griego y de filosofía; durante años fue secretario de estudios del seminario y durante un tiempo también prefecto de disciplina.

En 1959 consiguió fundar, como delegado del obispado, Radio Popular, la primera emisora ​​radiofónica de las Pitiusas, cuyo estudio se situó en la torre del campanario del templo de la Santa Cruz y después se levantó una antena en San Rafael, en tierras de su fundador y director. Marí dirigió esta radio hasta el año 1979.

Desde 1972 y hasta 1977 fue miembro del equipo parroquial de Santa Cruz, junto con Vicent Colomar Ferrer Pins y Joan Planells Ripoll Murtera. Durante ese tiempo, Marí trabajó con el equipo que cuidó de la edición de la Biblia interdiocesana.

En 1977 el obispado lo nombró director-administrador de la recién creada Residencia de Ancianos Reina Sofía, ubicada en Cas Serres, en un edificio obra del arquitecto Raimon Torres. Marí Cardona ocupó este cargo hasta el día de su muerte acaecida en la misma residencia. La dedicación con la que se entregó a la misión que le había sido encomendada —dejó su casa y fue a vivir a ella— le fue reconocida más tarde, y entre otros méritos, con el otorgamiento por parte del Diario de Ibiza del Premio Illes Pitiüses 2001 .

En 1982 el obispo Josep Gea Escolano le nombró vicario general del obispado de Ibiza, cargo que ejerció hasta el año 1989 y que compaginó desde 1982 y hasta el mismo 1989, con la dirección de Caritas Diocesana en Ibiza y Formentera, entidad en la que continuó hasta 1992 como administrador.

Paralelamente a las responsabilidades y al compromiso con la iglesia de Ibiza y Formentera, sostuvo otras, como la presidencia del Instituto de Estudios Ibicencos desde 1976 a 1994. Fue durante esta etapa, año 1992, que el Instituto de Estudios Ibicencos fue distinguido por la Generalitat de Catalunya con la Cruz de Sant Jordi; Joan Marí Cardona la recibió, en Barcelona, ​​en el palacio de la Generalitat, de manos de Jordi Pujol. A partir de 1996 fue presidente de la asociación cultural Sa Talaia, que tenía como objetivo, al poco tiempo alcanzado, hacer posible la recepción de Televisió de Catalunya en las Pitiusas.

La faceta en la que más destacó, sin duda, fue su labor de historiador, que se inició cuando, después de la Guerra Civil Española, Mn. Isidor Macabich se hizo cargo de la reordenación del entonces llamado Archivo de la Catedral de Ibiza, necesaria a causa de los desperfectos que sufrió durante el conflicto. En ese trabajo contó con la colaboración de algunos seminaristas entre los que estaba Joan Marí Cardona. Aquel contacto con el entonces canónigo archivero y con los documentos históricos del archivo fue un hito primordial en su vida y así lo reconocía el mismo Marí años más tarde. El entendimiento con I. Macabich fue bueno y años más tarde Marí Cardona le sustituyó al frente del archivo.

Siguiendo las fechas de edición de las obras y artículos de Marí, se puede comprobar que transcurrieron largos años desde su nombramiento como canónigo archivero y la aparición de las primeras publicaciones. Su inicio como divulgador de la historia isleña fue en 1972, con una serie de artículos en la revista Ibiza del Instituto de Estudios Ibicencos, escritos en castellano: “Los molinos de Ibiza y Formentera en los siglos XIII y XIV”, “Los molinos de viento en Ibiza y Formentera” (1973), “Los molinos de Ibiza y Formentera, hoy” (1973), “Una iglesia del siglo XIV: sa Capella de sa Tanca Véia” (1974), “1682. Búsqueda de tesoros escondidos en la Cova d'en Jaume 'Orat'” (1974). [AFA]

Antoni Ferrer Abárzuza [AFA] (EEiF)
Retrato de Joan Marí Cardona
Foto: Vicent Marí

Joan Marí Cardona (II)

La creciente concienciación de la necesidad de la defensa de la lengua propia ante los rotundos cambios ocasionados por el turismo y el frecuente contacto con escritores e intelectuales, especialmente con Mariano Villangómez, permitieron a Marí escribir en catalán y así el artículo “Nuestras torres de defensa” (1974) y “Formentera y sus quartons” (1975) ya vieron la luz en esta lengua.

A pesar de ser consciente de la transformación que significaba, Joan Marí no renegó del turismo como nueva e importante fuente de ingresos y renovación para la isla y escribió, todavía en castellano, una completa guía turística hacia finales de los años sesenta, finalmente nunca publicada.

La primera monografía, La conquista catalana de 1235 (1976), fue escrita por él en castellano, traducida al catalán por M. Villangómez y J. Marí y publicada como primer volumen de una prevista larga colección titulada “Illes Pitiüses” . La institución editora fue el Instituto de Estudios Ibicencos, que colaboraba entonces con el Patronato José María Quadrado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

En aquella primera obra monográfica y también en los artículos anteriores, se pone de manifiesto la metodología de Joan Marí Cardona, aplicada con constancia a lo largo de su obra. Una metodología ante la que, antes de que diera los primeros frutos, I. Macabich se había mostrado bien escéptico.

Básicamente, consistía en ligar la realidad pretérita expresada en los documentos (con respecto a los datos con capacidad descriptiva del paisaje, la toponimia, el modo de asentamiento de la población sobre el territorio, etc.) con la realidad contemporánea del autor, captada mediante un atento trabajo de campo, durante el cual la observación del territorio, la toponimia y la historia oral eran fundamentales.

El primer volumen de la serie “Illes Pitiüses” es un claro ejemplo de este procedimiento, ya que su objetivo es reconstruir la delimitación de los cuartetos en que fue dividida la isla de Ibiza a raíz de la conquista catalana de 1235; más adelante se centró también en la división de Formentera, con un rastro documental más difuso.

Con aquella meta, el historiador trabajó intensamente la documentación archivística con la que contaba, no sólo en cuyo archivo era responsable —que él llamó Archivo Histórico de la Pabordía de Ibiza (AHPE) a raíz de su traslado, en los años setenta, desde la Catedral a aquellas antiguas dependencias del Palacio Episcopal—, sino también a archivos como el municipal de Ibiza, en el Archivo del Reino de Mallorca, en el Archivo de la Corona de Aragón, en el Archivo Histórico de el Arzobispado de Tarragona y en otros.

Muy importante para Marí fue la documentación que fue generada a raíz de la redacción del "capbreu" (un capbreu es un documento donde anotaba, en forma abreviada y en períodos cronológicos espaciados, las confesiones o reconocimientos hechos por los enfiteutas o por los campesinos tenedores a los señores directos, para conservar memoria o prueba de la subsistencia de los derechos dominicales) de Miquel Gaietà Soler Rabassa, del último cuarto del siglo XVIII.

Fornido con esta información, Marí Cardona fue etapa a etapa localizando los hitos que, unidos imaginariamente, formaban las líneas divisorias de los cuartetos establecidos por los conquistadores catalanes.
En esta búsqueda contó con los datos que verbalmente le daban varios informantes, habitantes de las zonas donde desarrollaba su trabajo de campo, que eran otra de las fuentes básicas sobre las que Marí Cardona basó su trabajo.

Es necesario insistir en que aquel procedimiento de ligar la información escrita, contenida en los documentos de archivo, la información oral y el trabajo de campo, de conocimiento del territorio, es una aportación de gran valía, implícita en toda su obra.

Con pequeñas variaciones en las fuentes archivísticas consultadas y de exposición de los resultados, dicho procedimiento se aplica sucesivamente a los libros Formentera (1983); Balansado (1984); Portmany (1990); El largo camino del pan en Formentera (1993); Los caminos y las imágenes del archiduque, ayer y hoy (1993), obra que ganó el Premio Miquel dels Sants Oliver al mejor libro editado durante el año, otorgado por la Obra Cultural Balear; Formentera: documentación y paisajes (1994); El camino de Misa (1996); Eivissa pasa a pasa (1999), y Formentera: pasa a paso por las vías públicas (1999).

En 2009 se publicó la obra póstuma Santa Eulalia - Santa Eulalia, San Juan, San Carlos, San Lorenzo, San Vicente.

También Santa Maria de Ibiza (1985), a pesar de estar dedicado casi exclusivamente al estudio del primer templo erigido después de la conquista catalana ya las primeras dignidades eclesiásticas de la isla, es en realidad fruto del mismo proceso de imbricación de las noticias de archivo con la realidad del edificio.

El origen de estas fuentes archivísticas es, como se ha dicho, diverso y con el paso del tiempo Marí Cardona incrementó esta diversidad al incorporar a los datos extraídos de los archivos enumerados antes la proporcionada por el Registro de la propiedad de Ibiza y Formentera , la contenida en la obra del archiduque Luis Salvador de Austria y la de archivos particulares de familias, especialmente de Formentera.

Dicha obra del archiduque sirvió a Marí de importante fuente de información que le facilitaba enlazar la Ibiza y Formentera que él había conocido con la que aparecía en los documentos de archivo. [AFA]

Antoni Ferrer Abárzuza [AFA] (EEiF)
Folleto de la proclamación de Joan Marí Cardona como Hijo adoptivo de Ibiza
Foto: (EEiF)

Joan Marí Cardona (III)

Por su parte, el mencionado capbreu de Miquel Caietà Soler y los datos del Registro de la Propiedad, primordialmente, le permitían relacionar e identificar lo que aparecía en la documentación más antigua, de los siglos XVII y XVI y aún más atrás, en una modo de trabajar que desde el presente va en regresión hacia el pasado, que se descubre gracias a la fijación de diferentes elementos que sirven de puntos de referencia y así permiten identificar otros.

Algunas de estas fuentes de información primordiales para Joan Marí Cardona acaban siendo objeto ellas mismas de un tratamiento especial; así, los Llibres d'Entreveniments del Archivo Histórico de la Pabordía de Ibiza (AHPE) fueron vaciados sistemáticamente por Marí de todos los topónimos, antropónimos y noticias relevantes que contenían y presentados en forma de publicación monográfica, completada ocasionalmente con noticias encontradas a otros archivos. Aquel trabajo formó el volumen II de la colección “Illes Pitiüses”: Los "llibres de entreveniments" (1981).

Marí decidió hacer algo parecido con el fondo local del tribunal del Santo Oficio de Ibiza conservado en la AHPE y editó su catálogo descriptivo en Sant Ofici (1989).

Por último, el catálogo de pergaminos de la AHPE, completado con la transcripción del Índice Viejo de Tarragona, inventario de los documentos trasladados a Ibiza a raíz de la creación del obispado ebusitano, apareció en Pergamins e Índice Viejo de Tarragona (1997).

Ya se ha mencionado que la obra del archiduque también fue objeto de un análisis monográfico en Los caminos y las imágenes del archiduque, ayer y hoy (1993) y lo mismo hizo Marí, a raíz de su bicentenario, con el decreto de división parroquial de las Pitiusas de 1785, cuya edición facsímil acompañó con datos, provenientes de documentos de archivo, sobre el templo de San Antonio de Portmany y su feligresía: San Antonio de Portmany. Parroquias de Ibiza y Formentera, 1785-1985 (1985).

Aparte de sus monografías, tienen notable importancia los artículos aparecidos sobre todo en la revista Ibiza y otros, menos frecuentes, en otras publicaciones de ámbito balear como Fontes Rerum Balearium, Estudios Baleáricos, El Mirall, Lluc y su último artículo en Miranda, de la Obra Cultural Balear-Formentera.

Toda la obra científica de Marí Cardona se sitúa siempre al alcance del público en general y se muestra preocupada por dar conocimiento sobre la historia de las familias asentadas en Ibiza a lo largo de la historia y en especial inmediatamente después de la conquista de 1235; le interesa mucho el hecho de la repoblación de la isla después de la contienda militar conquistadora y en particular constatar que diferentes linajes se mantienen en los lugares donde se asentaron primeramente el siglo XIII.

Joan Marí era consciente de que algo tan cercano a la gente como son sus apellidos y motivos familiares debía interesarles a la fuerza y ​​así, con este primer estímulo, dar a conocer la historia general de las Pitiusas a sus habitantes. Prueba de ello es que dejó para terminar un libro que hacía en colaboración con Joan Planells Ripoll, quien debía llevar el título de Las familias de Ibiza y Formentera.

A pesar de esa intención de llegar a todo el mundo rehuyendo excesivos formalismos científicos en sus libros, Marí Cardona sabía que los libros y los artículos tenían unos consumidores limitados: para llegar a un mayor número de personas eran necesarios otros medios.

De esta forma destaca su potente labor divulgadora, canalizada primordialmente en la prensa escrita, pero también participó activamente en programas radiofónicos. En los diarios —especialmente en La Prensa de Ibiza y en Diario de Ibiza— aparecieron docenas de colaboraciones suyas, tanto a raíz de fiestas patronales en las que Marí explicaba llanamente y de forma amena un aspecto de la historia del pueblo o del lugar que celebraba su festividad, como artículos periódicos reunidos en series temáticas a las que ponía títulos como “Las imágenes del archiduque”, “Recortes presentes de nuestro pasado”, “De ayer y de hoy”, “Alturas” y otros, en las que el autor muestra su interés por dar a conocer la cultura propia, el patrimonio, las costumbres, la lengua. Sus colaboraciones en el almanaque El Pitiuso, por estilo y por temática, entran en esta línea.

A la hora de su muerte, ocurrida el 18 de enero de 2002, al día siguiente de san Antonio Abad, dejó inédito el volumen VII de la colección “Illes Pitiüses” dedicado al quartó de Santa Eulària.

El Instituto de Estudios Ibicencos dedicó su XVIII Curso Ibicenco de Cultura a las figuras de Mariano Villangómez y de Joan Marí Cardona y el número 41 de su revista Ibiza fue dedicado íntegramente al historiador. El Instituto de Estudios Baleáricos, por su parte, publicó en 2004 un número doble de Estudios Baleáricos (74-75) en homenaje a M. Villangómez y a J. Marí.

En 1997 fue declarado Hijo Adoptivo de Formentera. En 2000 se le otorgó la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares.

A título póstumo, fue declarado Hijo Adoptivo de la Ciudad de Eivissa (2002) y en 2012 el Ayuntamiento de Ibiza le dedicó una plaza junto a Sa Real, con una placa dedicada. En 2004 fue proclamado Hijo Ilustre de San Antonio de Portmany y el Ayuntamiento instaló un busto suyo ante la iglesia de San Rafael de Sa Creu.

Desde 2011 el Consell de Formentera organiza unas jornadas anuales con el nombre de "Jornadas de Estudios Locales Joan Marí Cardona". [AFA]

Antoni Ferrer Abárzuza [AFA] (EEiF)
Portada del libro -Illes Pitiüses, III Formentera-
Foto: Varios red

Portada del libro "La Conquista Catalana de 1235" (Illes Pitiüses I)
Foto: Varios red

Portada de la publicación dedicada a Joan Marí Cardona con motivo de su proclamación como Hijo ilustre de Sant Antoni de Portmany; reproduce el busto que preside la plaza de la iglesia de San Rafael de Sa Creu, dedicada a este historiador.
Foto: (EEiF)

Portada del libro -Els Camins i les Imatges de l'Archiduc Ahir i Avui-
Foto: Varios red