Sal, Salinas, Salinera (I)

LA SAL
La sal es una sustancia imprescindible que por sus características puede ser empleada como condimento, gracias a sus propiedades saborizantes, por lo que es de uso diario en la cocina y en la mesa, a la vez que es un importante conservante gracias a la capacidad de provocar cierta deshidratación en algunos alimentos, evitando así la aparición de microbios.

Tradicionalmente en Ibiza la mayor parte de la sal que se consumía procedía de la explotación salinera, aunque también se obtenía la llamada sal de cocó o salitre, de menor calidad y que se extraía manualmente de dentro de los cocones de las rocas de las zonas costeras y se utilizaba, principalmente, para salar alguna parte de la matanza, como la chuleta. La sal no sólo se empleaba como saborizante y como conservador, sino que formaba parte de otros aspectos de la vida cotidiana como elemento ritual y simbólico y como remedio medicinal.

Ha jugado un importante papel en el mundo de las supersticiones, y ha adquirido a veces un carácter casi sagrado, que puede observarse por ejemplo en el antiguo ritual de la zarpa, una antigua costumbre de bendecir las casas que se practicaba en las parroquias rurales ibicencas en las que el cura dejaba una pequeña cantidad de sal detrás de la puerta de cada casa, que a la vez se bendecía con el fin de proteger a los habitantes de los malos espíritus.

Como remedio medicinal se utilizaba para curar afecciones de la boca, como el dolor de muelas, o los golpes, y su consumo también se extendía a los animales de precio y al ganado con la creencia de que los protegía contra las enfermedades y que ayudaba a mejorar la producción de leche y de carne. [SCT]

Susanna Cardona Torres [SCT]
(EEiF) Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera

CAN SALINES
Área urbana de la venda de la Revista del pueblo de Sant Francesc de s'Estany, que ocupa una amplia extensión de la vertiente suroeste del monte des Corb Marí, o puig de Baix. Con este nombre, que es el de una finca de la zona (justamente, en este caso, no urbanizada), aparece en la cartografía oficial de la planificación urbanística municipal, aunque en otra cartografía se utiliza el topónimo ses Salines, y en muchos documentos también los de Can Maians o Can Mariano Maians, que es el nombre de la mayor de las fincas parceladas.

Sus terrenos forman parte del Parque Natural de ses Salines de Eivissa y Formentera, aunque han mantenido la calificación como área urbana porque, al tenerla desde la aprobación de las Normas subsidiarias de planeamiento urbanístico de 1986, ya lo estaban durante la creación del Parque. De hecho, la parcelación y muchas de las edificaciones ya estaban incluso antes de la aprobación de las Normas subsidiarias. Sin embargo, algunas parcelas no edificadas pasaron a ser suelo rústico protegido, y se eliminó la posibilidad de expandir el suelo urbano.

Está formada por cerca de un centenar de viviendas unifamiliares, un buen número de las cuales son segundas residencias, a las que se accede, básicamente, por las calles de Escorca y de Esporles, que salen de la carretera de sa Canal, y de Fornalutx, que comienza justo al inicio de la carretera de Es Cavallet. Pese a su consideración oficial como suelo urbano, no cuenta con infraestructuras básicas tales como la evacuación de aguas residuales, agua, alumbrado público o aceras. [JPS]

JPS
(EEiF) Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera

SALINAS DE MARROIG
Conjunto de más de treinta estanques concentradores y cristalizadores de las salinas de Formentera, situados al norte del estany Pudent. Conforman la mayor extensión de infraestructuras de la industria salinera local y se adentran en la zona de suelo dunar que forma la punta de Es Trucadors, en la parte de tramontana de la isla. Reciben el nombre del antiguo propietario mallorquín Antoni Marroig.

Los estanques de estas salinas, algunos de ellos naturales, se llaman las redes del Norte, las Xarquetas, los Lluïsos, los estanques Grossos, las Divisiones, las Barquetas y los Pantanos, en la parte meridional. Este tejido incluye también las correspondientes acequias, calzadas y canal de circulación. En mistral de las salinas, entre el tramo de playa conocido como es Cavall d'en Borràs y la colina des Palo, se encuentra el molino de Marroig o des Carregador, infraestructura vinculada a las salinas de Marroig. [VFM]

Vicent Ferrer Mayans [VFM]
(EEiF) Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera
Vista aérea de las Salinas y sus estanques
Foto: IbizaTravel

Sal, Salinas, Salinera (II)

ADMINISTRADOR DE LAS SALINAS
Cargo dependiendo de la Real Hacienda. Era el encargado de la extracción y la comercialización de la sal.

La primera vez que se habla del cargo es en torno al año 1681, cuando el rey Felipe IV intentó tomar las Salinas en la Universidad, alegando que en manos de la Corona aumentaría la producción.

Sin embargo, el intento se detuvo al oponerse la Universidad y los conseñores eclesiásticos. Su implantación definitiva tiene lugar en 1715, a partir del momento de la expropiación de las Salinas por parte de la monarquía borbónica en base al Derecho de conquista, al finalizar la Guerra de Sucesión.

El cargo, como era habitual en su tiempo, se sacaba a subasta y se daba a aquel que ofrecía más. Ya desde un primer momento hubo problemas entre el Ayuntamiento y el administrador de las salinas, al negarse éste a dar las dos fanegas de sal gratuitas que correspondían a todas las familias ibicencas, privilegio confirmado por Felipe V. El cargo desapareció al vender el Estado las salinas a un particular, en 1871. [EPG]

Ernest Prats Garcia [EPG]
Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera

SANT JORDI DE SES SALINES
Pueblo de la isla de Ibiza, del término municipal de Sant Josep de sa Talaia. Se ubica en la zona meridional de la isla y ocupa una extensión de 31,11 km2. Limita al N con el pueblo de Sant Rafel de sa Creu (del término municipal de Sant Antoni de Portmany), al O con el pueblo de Sant Josep de sa Talaia, al S con el de Sant Francesc de s´Estany y al E con el mar y con el término municipal de Ibiza.

Tradicionalmente se encontraba dividido en tres grandes vendas: es Racó, Cas Costes y l'Horta; la modificación de planeamiento territorial municipal aprobada inicialmente en el año 2009 prevé una nueva división, que mantiene las vendas de Es Racó y de Cas Costes y crea cuatro nuevas, que básicamente se reparten el territorio de la antigua venda de l'Horta y que son: el Rafal Trobat, la Carroca, el Pla de Sant Jordi y la Playa d'en Bossa.

En el territorio de Sant Jordi de ses Salines se distinguen dos zonas claramente diferenciadas: por un lado, la extensa llanura que ocupa la parte central y meridional del pueblo, y por otra, el área montañosa situada en el extremo más septentrional .

Los terrenos llanos, llamados a menudo pla de Sant Jordi, son en realidad la extensión hacia el N del amplio pla de ses Salines. Desde los extremos E (a orillas del mar, con la playa den Bossa) y S (también a nivel del mar con los estanques de sa Sal Rossa), la llanura va elevándose progresivamente hacia el O y , sobre todo, hacia el N, pero de forma muy suave.

El sector con una menor elevación (no supera los 5 m sobre el nivel del mar), junto a los lagos de ses Salines, se conoce como el prat de Fita; detrás de las antiguas dunas de la playa den Bossa las altitudes no son mucho mayores (alrededor de los 8 m); de hecho, todo el territorio que queda más abajo de la trinchera de la autovía del aeropuerto se encuentra a menos de 10 m de altitud.

El centro urbano del pueblo, alrededor de la iglesia, se sitúa entre los 18 y los 20 m sobre el nivel del mar, al igual que la zona de Can Raspalls, más al E, y el llamado pla de Fita, más al O.

La configuración geomorfológica es la que provoca las pequeñas variaciones climáticas que pueden producirse en este pueblo respecto al conjunto de la isla. El efecto barrera de las montañas situadas en el N puede mitigar, a veces, vientos fuertes de tramontana, mientras que los de mistral entran acanalados por el valle des Racó, y en el resto de vientos la exposición es bien abierta, predominando los de levante y poniente. El efecto de los vientos de mar tiende a suavizar las temperaturas extremas, que no suelen llegar a puntas de tanto calor ni tanto frío como en pueblos del centro de la isla. El nivel de humedad, en cambio, sí es a menudo muy elevado.

En definitiva, un clima mediterráneo con tendencia a la aridez ya la irregularidad pluviométrica. La temperatura media anual se sitúa sobre los 18º C y la precipitación en torno a los 400 mm.
Aunque no existen datos científicos fiables, la percepción popular y la lógica indican que las precipitaciones deben ser ligeramente superiores a la zona montañosa respecto a la llanura.

Josep Antoni Prats Serra [JPS], Francisco Javier Torres Peters [FTP]
Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera
Atardecer en las Salinas
Foto: IbizaTravel

Sal, Salinas, Salinera (III)

SALINERA ESPAÑOLA
Los antecedentes de esta empresa deben buscarse en 1871, año en que como consecuencia de la segunda fase del proceso de desamortizaciones del Estado español, se sacaron a subasta pública las salinas de Ibiza. Se las adjudica por 1.162.062 pesetas una empresa mallorquina encabezada por el naviero de aquella isla Josep Astier. Esta empresa en 1878 pasó a designarse Empresa de la Fábrica de Sal de Ibiza y amplió su capital hasta 2.250.000 pesetas, representadas por 2.250 acciones de 1.000 pesetas cada una. Esta empresa pasó a denominarse Salinera Española a partir de marzo de 1898; fueron designados Manuel Salas presidente, Manuel Guasp administrador gerente y Josep Guardiola, Elvir Sans y Rafael Moll vocales.

A partir de 1885 la Salinera había iniciado una profunda renovación del sistema productivo de las salinas, de la mano del ingeniero Eugeni Molina, que ya había puesto en funcionamiento las minas de galena argentífera de s'Argentera, en Sant Carles de Peralta; se reconstruyeron los estanques, se mejoraron las motas, se desviaron las aguas de lluvia, se construyeron nuevos canales de alimentación y se creó una pequeña red ferroviaria interior para transporte de la sal. Además, instalaron una línea telefónica, la primera de la isla, entre las salinas y las oficinas de la ciudad de Ibiza. También se puso en funcionamiento un remolcador de vapor que llevaba las barcazas de sal hasta el puerto de Ibiza. Todo esto significó la contratación de una gran cantidad de mano de obra. Estas mejoras se tradujeron en un considerable aumento de producción: en 1885 y en los años anteriores tenía una cosecha de alrededor de las 7.500 toneladas anuales, que en 1891 ya habían pasado a las 55.000 toneladas.

En 1897 la Salinera compró e inició también una importante reforma de las salinas de Formentera.

Durante el último cuarto del s XIX y buena parte del XX, esta empresa hacía función caciquista de las Pitiusas; apoyaba a un candidato o a otro, de un bando o del contrario en función de sus intereses y ejercía una enorme influencia sobre la numerosa mano de obra a la que daba trabajo; esto provocó frecuentes cambios de tendencia en el electorado pitiuso.

En 1898 fue nombrado presidente de la Salinera Manuel Salas, quien al cabo de unos meses presentó su candidatura como diputado a Cortes por Ibiza. Hubo un intento de oposición por parte de los partidos ibicencos, que trataron de presentar una candidatura unitaria y así hacer frente a Salas, pero no llegaron a ningún acuerdo y Manuel Salas fue elegido en las elecciones de marzo sin oposición. Salas murió en julio de ese mismo año. Al año siguiente se celebraron elecciones parciales para cubrir la vacante, que ganó el conservador Pere Tur i Palau.

En la época de la extracción de la sal, que solía durar unos tres meses, llegaba a contratar a un millar de jornaleros; el salario obtenido era un complemento muy importante para la economía de muchas familias ibicencas.

Los jornaleros de la Salinera promovieron la primera huelga de trabajadores de las Pitiusas, que tuvo lugar en 1897, a causa de una bajada de los salarios. A lo largo del tiempo también se produjeron diferentes huelgas, como la del año 1919 y algunas durante la II República, en especial las de Formentera, que imposibilitaron la cosecha de sal durante algunos años.

A principios de los años cincuenta del s. XX la cosecha de la sal ocupaba unos 500 hombres, que se dedicaban a ella una vez finalizada la cosecha agrícola. Esta situación cambió a partir de 1955, cuando la Salinera empezó a utilizar nuevos métodos y maquinaria; con los obreros estables de la empresa se podía realizar casi todo el trabajo de extracción. Los temporeros pasaron a ser muy escasos y la producción de sal se mantuvo alrededor de las 70.000 toneladas.

A principios del s XXI Salinera explota las salinas de Ibiza y las de San Pedro del Pinatar (Murcia). Debido a la importancia de la sal en el paso del s XIX al XX, la empresa abrió delegaciones en lugares tan distantes como Terranova (Canadá) o Calcuta (India), o de tanta llamada para el pescado salado como Noruega, las islas Feroe (Dinamarca) o Reino Unido. Tiene su sede central en Palma. [FCC]

Felip Cirer Costa [FCC]
(EEiF) Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera
Depósito de sal en las Salinas
Foto: Salinera Española

Vista aérea de estanques en las Salinas
Foto: Varios red

Reservas de sal en estanques
Foto: Salinera Española

Sa Canal, zona de carga de la sal
Foto: Salinera Española

Monumento al salinero. Vista al atardecer.
Foto: Ajuntament de Sant Josep

Estampa antigua de salineros portanto cestos de sal
Foto: Ajuntament de Sant Josep

Otra estampa del monumento al salinero en Salinas
Foto: Ajuntament de Sant Josep